lunes, 7 de enero de 2013

La semana de... Wong Kar-Wai: As tears go by.

Comenzamos el año con una primera semana especial dedicada a uno de los directores asiáticos más reconocidos a nivel global, Wong Kar-Wai. Su obra, de una calidad incuestionable, se hace a todas luces básica dentro del cine asiático (y mundial) moderno.
Coincidiendo con el estreno mañana en China de su esperadísima "The Grandmasters", hemos querido pagar una de las deudas del blog, donde no teníamos nada suyo reseñado por estos años de parón, donde solo estrenó su aventura americana.

Después de unos años labrando su carrera en el mundo del cine guionizando películas de todo tipo, Wong Kar Wai debutaba como director en 1988 con “As tears go by”, una drama criminal ambientado en el mundo de las triadas.
En esta primera película ya se perfilan algunos de los rasgos que marcarían su sello en el resto de sus films, comenzando por esa relación amorosa complicada, o la estilización visual, así como esos toques que le acercan más a sus influencias europeas, que esta vez se mezclan de manera más evidente con un estilo mucho más crudo y popular del cine de Hong Kong de la época.
Probablemente no es su mejor película, pero desde luego ya nos deja intuir el talento de uno de los directores fundamentales del cine asiático moderno.

La película tiene por protagonista a Wah, un miembro de las tríadas que debe cuidar constantemente de su mejor amigo, el impulsivo Fly, que no para de meterse en problemas. En casa de Wah se presenta además para pasar unos días una prima, que viene desde su pueblo para recibir tratamiento médico. Ambos comienzan una relación amorosa a la que la vida no para de poner impedimentos.


“As tears go by”, todo un éxito en la época, posee una muy curiosa mezcla de estilos y elementos. Por un lado es muy fácil situarla en la época del cine de acción de Hong Kong, en pleno auge del Heroic Bloodshed de las películas de John Woo o Ringo Lam, por su historia y ambientación, e incluso por el desarrollo del personaje protagonista y su dilema de lealtad. Por otro podemos comenzar a ver rasgos e incluso situaciones que se han repetido a lo largo de la filmografía de Wong Kar-Wai. La cohesión en prácticamente toda su obra es una de sus principales características, y desde luego este film de debut encaja perfectamente, a pesar de tratarse de una obra a caballo entre la moda del momento y las influencias y estilo personal del director.

Queda claro a lo largo de la película que la historia que realmente le interesa al director es la que se desarrolla entre Wah, interpretado por un magnífico Andy Lau, y su prima Ngor, a la que da vida la que se convertiría en actriz recurrente para el director Maggie Cheung, aunque necesite para entorpecer ese amor floreciente a Fly, que funciona como una constante piedra en el camino para el personaje de Lau. Jacky Cheung realiza un gran trabajo en el papel, y no es de extrañar que se llevara un premio por su interpretación.
Así el personaje protagonista se ve atrapado en ese juego de lealtades, ya que mientras no puede dejar tirado a su amigo, por temor al peor de los destinos, tampoco quiere dejar escapar al amor de su vida.

Basada -por lo visto de manera reconocida- en las “Malas calles” de Scorsese (no le falta ni la referencia a los Stones, ya que “As tears go by” es una canción compuesta por Jagger y Richards), no faltan un buen puñado de escenas de violencia en la película, probablemente con más crudeza de la que emplearía el director más adelante en “Ashes of time” o especialmente “Fallen Angels”, por aquello de la ambientación urbana moderna, pero con un acabado visual similar.



A nivel de la dirección y ambientación se marca de manera más clara el sello de WKW, con esos planos atmosféricos, el uso de los contrastes de color, el montaje en las escenas de violencia, o el uso de la cámara lenta. Esta tiene su máximo esplendor en la escena en el muelle, ese momento de la cabina telefónica que se va fundiendo hasta que toda la pantalla queda en blanco, probablemente el primer momento memorable de la filmografía del director. No falta tampoco el primer gran uso de una canción en el momento, con esa versión cantonesa del “Take my breath away” de Berlin, que se hizo tan popular como banda sonora de “Top Gun”.

Andrew Lau, que posteriormente se convertiría en director de títulos como la trilogía “Infernal Affairs”, se encargó de la fotografía de la película en esta ocasión, antes que que comenzaran las colaboraciones del director con Christopher Doyle, y cumple con un trabajo a caballo entre los dos estilos que imperan en la película.

Seguramente el tiempo no haya jugado a favor de la película, pero desde luego es una pieza interesante tanto para los amantes del director, como obra primigenia que sentaría las bases de su cine, como para los hongkongófilos con ganas de ver una película de acción de la época, más arty visualmente de lo habitual.

3 comentarios:

  1. Qué grande! La vi hace un año o así y me encantó. Es que estas pelis tan antiguas están de puta madre y Andy Lau es muy bueno también ;)

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  2. Es lo que comentaba en la reseña, por un lado tiene un film de crimen típico de la época, y por otro a un autor con todas las letras que ya empieza a presentar sus credenciales :)

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  3. Genial esta película, que la tengo original de hace bastante tiempo, a mi me encanta esta especie de remake de Malas Calles. Es una peli mítica de los 80 del cine de Hong Kong que no tiene que envidiar mucho a los Heroic Bloodshed de John Woo, además que ya se empieza a ver el estilo de Wong Kar-wai, un gran autor que fusiona genialmente tanto la imagen como la música.

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