En uno de los momentos culminantes del
anime “Btooom!”, uno de los personajes le lanza una granada
explosiva a la pareja protagonista, con tal puntería que le alcanza
a la chica en uno de sus enormes pechos, en el que vemos como rebota
a cámara lenta.
Este es un
ejemplo muy gráfico del estilo de este anime de doce episodios,
basado en un manga de Junya Inoue, en el que la acción va acompañada
de ecchi con un joven protagonista asocial.
Podríamos decir que “Btooom!” es
un cocktail perfectamente preparado para un público totalmente
masculino, una especie de mezcla de “Battle Royale” y el
videojuego “Halo”.
Por desgracia el desarrollo de la
trama es de una simpleza total, parece escrita por un adolescente
mezclando videojuegos y erotismo barato en una historia de heroísmo
de lo más sencilla, en la que el mensaje que se podría sacar sería
algo como “no importa que seas un hikikomori antisocial, y te pases
el día en tu habitación jugando a videojuegos, podrás conseguir
que una rubia de tetas grandes se enamore de ti, mientras demuestras
tus aptitudes”. Casi de una inocencia entrañable.
“Btooom!” prácticamente se
escribe sola: una historia de supervivencia en que el protagonista,
que despierta sin saber como en una isla aparentemente desierta, con
una bolsa en su cintura cargada de granadas de mano y una especie de
diamante verde integrado en su mano.
Según pasan las horas se va
encontrando con otras personas en su misma situación, algunas de
ellas se convertirán en aliados, como una joven y traumatizada
adolescente, descubriendo como y porqué han llegado allí; otras, la
mayoría, en enemigos que querrán acabar con él, a los que tendrá
que combatir usando sus granadas.
La parte positiva de la serie es que
pasan tantas cosas en sus primeros episodios, y tan desfasadas, que
no da demasiado tiempo a aburrirse. Entre la presentación de
personajes y de la ambientación, así como de las diferentes reglas
del juego, nos plantamos en los tres primeros episodios.
La negativa podría ser que a partir
de ahí todo va cuesta abajo, volviendo una y otra vez a las mismas
situaciones, apareciendo más y más personajes estereotipados,
mientras que el misterio, que podría ser el como y porqué han
acabado allí, se desvela de manera decepcionantemente simple.
Los personajes son puro estereotipo, y
ni siquiera el supuesto fondo, el pasado que influye en que hayan
terminado en la isla, es interesante, ni original. Tanto los jóvenes
a los adultos que pueblan la isla son de una unidimensionalidad y
previsibilidad que aburre, por no mencionar el trato del personaje femenino, una joven traumatizada por una violación a la que el autor no duda en mostrar una y otra vez como un puro objeto sexual. Me gustan las rubias de tetas grandes tanto como a cualquiera, pero no banalizando un tema tan grave como ese.
De tanto en tanto el autor se saca algún
as en la manga, como si fuera “Perdidos”, y aparece algún
elemento nuevo que podría alterar la rutina de la serie, pero al
final siempre volvemos a lo mismo.
La única razón por la que terminé
esta serie fue por pura curiosidad, por saber que demonios pasaba al
final: ni siquiera eso nos da, ya que la historia, que adapta un
manga aún en marcha, queda totalmente colgada a expensas de una
segunda temporada.
Aunque el desarrollo es entretenido
dentro de la ridiculez y repetición de la propuesta, se me ocurren
varias series de anime recientes con las que emplear mucho mejor el
tiempo.
Eso si, si os gustó “High School of
the dead” quizás esta serie os puede gustar, va por un camino
parecido.
3,5 de 10
No hay comentarios:
Publicar un comentario