La semana de... Nippon Sangriento!

Esta vez le hemos querido dedicar una semana de reseñas a un genero que está cada vez más de moda del cine asiático, y es el del gore japonés.
El país nipón tiene una cierta tradición en el género, pero ha sido en los últimos tres o cuatro años, con la irrupción en el panorama de un grupo bastante concreto de creadores, que su popularidad ha subido como la espuma, incluso en occidente donde se han adueñado sin piedad de las sesión de medianoche de muchos festivales.

Yoshihiro Nishimura, Noboru Iguchi, Naoyuki Tomomatsu, Tak Sakaguchi, Kengo Kaji... son los culpables de que uno de los géneros más especificos, y que menos suelen gustar a las novias, se haya vuelto de los más populares gracias a sus propuestas buscando más el aspecto divertido, incluso con golpes de humor bizarrísimo, que el terrorífico o malrrollero.

Preparad vuestros mejores impermeables porque va a llover sangre!

Tokyo Gore Police.

Palabras mayores! Pasados ya un par de años desde su estreno, ya podemos hablar de ella como una de esas películas que sientan cátedra en el genero más sangriento, todo un clásico del ¿terror? moderno.

Realmente no se que es lo que me gusta más de TGP: si que la protagonista sea una recuperada Eihi Shiina (cuyo "kiri-kiri-kiri" de Audition me sigue erizando el vello de la nuca), si todas las creaciones bizarro sangrientas y la imaginería de su director, Yoshihiro Nishimura, uno de los tipos con más inventiva del cine de culto actual, o si el hecho de que al David Coonemberg de hace 20 años le hubiera encantado esta película.


En el Japón del futuro cercano, un virus que muta a los humanos en criaturas conocidas como ingenieros, esta sembrando el caos: el virus permite a su portador crear nuevas armas desde las heridas.
El poder ha decido privatizar la policia con la excusa del virus, y crear una nueva fuerza especial, los ultraviolentos "Cazadores de Ingenieros", capaces de hacer lo que sea con tal de llevar a cabo su misión.
Ruka, una joven solitaria, es de las mejores oficiales del grupo, y mientras lleva a cabo las misiones, busca al asesino de su padre, un oficial de policia que fue asesinado delante suyo.

Ultraviolenta, sádica, sangrienta, bizarra... todo eso y mucho más es lo que incluye este festival de mutilaciones y modificaciones corporales extremas, eso si, cimentado en un personaje protagonista interesante, un ritmo endiablado y una capacidad de inventiva desbordante. Cuando uno aún no se ha repuesto de un shock, aparece otra imágen perturbadora; y así durante los más de 100 minutos que dura.

Nishimura, gurú de los FX nipones, tiene muy buena mano tanto para crear imágenes que se le graban a una en la retina, y no necesariamente por lo excesivo, como para darle a todo un cierto empaque, la história es interesante(!), y los personajes, aunque todo lo estereotipados que queramos, tienen un cierto desarrollo. Si añadimos los extras, como esos anuncios gubernamentales falsos, y los golpes de humor bizarro/absurdo, nos queda una pelicula bastante completa en todos los sentidos, teniendo en cuanto a que nos estamos enfrentando.

No es para todos los estómagos, pero los que la aguanten serán recompensados: esta es de las buenas.

8 de 10

Hard Revenge Milly y Bloody Battle

Acción, sangre (mucha sangre), venganza y brazos mutilados saliendo por los aires es lo que nos espera en estas dos películas, Hard Revenge Milly y Hard Revenge Milly : Bloody Battle, que tienen por protagonista a Miki Mizuno, la Milly del título, que con su abrigo de cuero clama venganza. Aqui no busquéis los puntos comico/bizarros del genero de moda, esto es acción bruta de primera división.

Situados en un futuro cercano postapocalíptico, los dos films tienen por protagonista a la Milly del título, una mujer que perdió a su marido y su hija a manos de un grupo de asesínos, a duras penas sobreviviendo. Desde entonces ha vivido con la única meta de conseguir la venganza matando a los culpables.
En la segunda parte Milly se topará con una chica que quiere vengar a su novio, muerto a manos de un desconocido.


La verdad es que me han parecido una mezcla de cosas muy interesante, por un lado es una peli de acción con venganza de las de siempre, pero no pasan demasiado de su escaso tiempo (apenas duran 45 y 70 minutos) en aburridos flashbacks recordando la vida familiar; esto es acción-transición-acción, y si bien en la segunda rellenan un poco más la história con algún secundario que realmente tiene algo de diálogo, y no es el esbirro de turno al que Milly revienta la cara, también va bastante a piñón.

Por otro lado la ambientación de ese mundo postapocalíptico me ha gustado como universo en el que desarrollar las peliculas, especialmente en la segunda, donde podemos ver más escenarios. El director no pierde el tiempo en explicaciones sobre como funciona ese futuro cercano, ni mucho menos en problemas sociales o cosas por el estilo, sino que simplemente nos sitúa ahí, algo coherente teniendo en cuenta que aqui lo que priman son las escenas de pelea.

La acción es ultraviolenta, una mezcla de espadazos y kung-fu con puntos muy imaginativos, muy bruta y sangrienta. Los efectos provienen del maestro Nishimura (Tokyo Gore Police), aunque esta vez no hay ninguna de esas creaciones bizarras tan habituales de sus películas, el tono es mucho más serio y sombrío, de hecho ni siquiera hay referencias sexuales(!), aunque si unas cuantas modificaciones corporales de lo más molonas.



La protagonista me ha gustado mucho, Miki Mizuno sin hacer nada del otro mundo esta más que convincente en su papel de Milly, creando una anti-heroína carismática. Se nota (y se agradece hasta el infinito) que es una actriz de mucha más calidad y experiencia que las idols que suelen protagonizar este tipo de películas.

Y es que aunque es una peli muy simple parece un tanto más seria que muchas otras de las pelis del genero de moda, no hay golpes de humor ni personajes simpáticos -más alla del estereotipado villano gay de la segunda parte-, y sí una atmósfera más "realista" dentro de lo que cabe, la cruda fotografía, muy a lo Oshii, director con el que ha colaborado Tsujimoto, ayuda en ese sentido.

Muy recomendables tanto para los fans del splatter, que saciarán de sobras su sed de sangre, como para los cinefilos de estomago menos delicado.

7 de 10

Samurai Princess.

Esta es posiblemente la pelicula más extraña de todas las de la camada de Yoshihiro Nishimura; no sólo esta situado en una especie de futuro retro (y por retro entiendase el Japón feudal), sino que todo, tanto los personajes, como la confusa história, como los efectos especiales, son de lo más bizarros y pasados de vueltas, aunque no tiene ni la mitad sangre ni escenas de acción que muchas de ellas.

Kengo Kaji, uno de los guionistas de Tokyo Gore Police, dirije esta história protagonizada por la única superviviente de un grupo de colegialas, masacradas por un grupo de asesinos. Una especie de cientifico recompone su cuerpo con estraños artefactos, y con la ayuda de una monja budista (¿o es monje?) la libera para que consiga su venganza, aunque en realidad es para su propia diversión.



Comienza muy fuerte esta Princesa Samurai, pero poco a poco va perdiendo gas, y es que aunque tiene muchas cosas posítivas, le falta ritmo y consistencia, y a media película le puede llevar a uno al más profundo de los sopores. Aunque los efectos son como digo de lo más imaginativo y tiene puntazos, como que uno de los personajes lleve a cuestas (y haga sus ataques!) con una guitarra eléctrica, la história es muy, muy floja. Además le resta unos cuantos puntos el hecho de estar rodada en video, el presupuesto era mínimo, esta claro, y eso se acaba notando.

La protagoniza la Av Idol Aino Kishi, que está más que discreta en su papel, aunque en las escenas de acción, que como digo tampoco hay tantas como uno se espera, da un poco más el pego.
Y es que de esta película más vale quedardse con eso, con la acción y los aspectos bizarros, y olvidar el resto.

5 de 10

Onechanbara : The Vortex.

Cambiamos un poco de tercio a una película mucho más suave, la segunda película basada en el videojuego, que repite titulo con la coletilla de "Onechanbara The Vortex". Si la primera parte me pareció aburrida, mal hecha, y encima desperdiciaba a su protagonista, esta secuela no es tampoco nada del otro mundo, pero si que tiene algo más de ritmo y desde luego la protagonista (no nos engañemos, el atractivo principal) está bastante más aprovechada.
Básicamente esto quiere decir que sale mucho más rato en bikini.

Olvidáos de la primera parte, esto no es ninguna continuación sino otra história con los mismos personajes (¿quizás incluso una precuela? para ser sinceros, Onechambara fue ver y olvidarla) : las hermanas Aya y Saki, van haciendo limpieza de zombis a katanazos cuando se encuentran a Misery, una joven que les pide ayuda para acabar con el clan que causó la muerte de los padres de las hermanas, que también son los culpables de la amenaza zombi.
Las dos acceden, pero poco a poco Aya confía cada vez menos en Misery y Saki se obsesiona con la venganza.

Podría haber sido peor, de hecho la primera entrega de la saga lo era, pero desde luego seguimos sin despegar demasiado: el argumento sigue sin importar mucho e incluso en algún momento es un poco confuso, pero hemos ganado algo de ritmo; las tres actrices principales (ninguna repite el papel, han buscado caras nuevas) aunque tienen bastante más diálogo no lo aprovechan mucho, pero, eso si, las escenas de acción me han gustado mucho más.
Los efectos utilizan tanto el CGI como la sangre (falsa) física en una mezcla que, por una vez, no me ha molestado sino que me ha gustado bastante, visualmente son muy atractívas las escenas en que se "salpíca" la pantalla con la sangre infográfica, montando unas manchas la mar de psicodélicas.


Todos sabemos que en este tipo de productos lo que prima es que la chica aparezca en bikini el mayor tiempo posible, y como digo en esta ocasión la prota luce palmito mucho más. Yuu Tejima es la encargada de tomar el relevo de Eri Otoguro dando vida a Aya, mientras que Akari Ozawa interpreta a Saki. La primera no da el pego como actriz, es cierto, pero Akari tiene un papel con un poco más de posibilidades y lo aprovecha estando mucho más convincente. La tercera en discordia, que esta vez sale muy poquito, es Rika Kawamura que con su traje de cuero interpreta a Reiko, lider de un clan. Sale muy poquito como digo, pero esta muy mona y pone algunas miradas al infinito con cara de nada.

No le vamos a pedir peras al olmo: Onechanbara The Vortex es lo que es, y como tal resulta entretenida, inofensiva en comparación a muchas otras peliculas de acción sangrienta, pero entretenida. No es poco.

5 de 10

Vampire Girl vs. Frankenstein Girl.

¿Os imagináis que pasaría si Yoshihiro Nishimura dirigiera una versión de "Crepúsculo"? pues algo parecido a esto seguramente, después de esa bestialidad que es Tokyo Gore Police, su director se ha sacado de la manga un drama romántico con monstruos clásicos en pleno triangulo amoroso. Por enmedio hay litros de sangre, desmembramientos variados y muy poca verguenza, claro, pero que el arbol no os oculte el bosque, esto es una tragicomedia adolescente!

Mizushima, un estudiante de instituto, esta en todo un dilema: por un lado la hija del vicedirector, y profesor de ciencias a la vez, le obliga a ser su novia, por otro le atrae la chica nueva del insti, la callada y kawaii Monami. Por San Valentin, es Monami la que se acerca al chaval, y le regala un chocolate, que el prueba inmediatamente, para descubrir que el "licor" que lo rellena es sangre.
Y es que la tímida Monami en realidad es una vampira, y acaba de convertir al pardillo de Mizushima en su esclavo.
Claro que Keiko no está dispuesta a dejar que la cosa acabe tan fácilmente...

Nishimura vuelve a dar en el clavo ofreciendo una pelicula extremadamente divertida, con acción ultraviolenta como suele ser habitual, pero con un tono más ligero de lo que nos tiene acostumbrados. Esta vez se deja de histórias sórdidas y va a algo mucho más simple, un romance, pero con su estilo y su visión bizarra, por supuesto. Y eso que al principio nos marea un poco poniéndonos unas escenas en que unas estudiantes participan en el 13 concurso de cortarse las venas, y las desventuras de un puñado de extremas chicas Ganguro (que ya de por si merecerían su propia pelicula). No temáis, todo tiene su explicación y cuando llega uno no puede más que morirse de risa y seguir disfrutando de esta nueva chaladura, con ese mad doctor que se disfraza de actor de Kabuki en sus ratos libres, Keiko y su banda de lolitas, o Igor, el misterioso hombre de mantenimiento del instituto.

El presupuesto es escaso, como habitualmente, pero la peli sale adelante con mucha solvencia, por ejemplo en el tema de los efectos de las ya tradicionales modificaciones corporales (que con el personaje de Frankenstein como excusa llega a cotas de bizarrismo de lo más divertido), en las que el director es maestro. El equipo es el de siempre, Nishimura codirige con Naoyuki Tomomatsu (Stacy, Zombie self defense force), y Tak Sakaguchi se encarga de la acción, Eihi Shiina (Audition) tiene un cameo como la madre de Monami, aunque el premio al mejor cameo se lo lleva el director de las Ju-on, Takashi Shimizu, que tiene un papel muy cachondo como profesor de chino.

La bellísima Yukie Kawamura(A Slit-Mouthed Woman 2) da vida a la vampira Monami, y Eri Otoguro (Onechanbara) a su rival Keiko; su pretendido es Takumi Saito y la verdad es que los tres estan muy bien a lo largo de toda la peli, parecen muy comodos en sus papeles.

La peli en general me ha recordado a muchas cosas, desde el espiritu camp de 2000 maniacos de H. Gordon Lewis, a las pelis de Jess Franco, pero Nishimura mantiene ya un estilo propio que, esta claro, ha llegado para quedarse.
Film de culto automático. Otra de las buenas.

7 de 10

Grotesque.

Esta no es una película fácil de reseñar, y eso que estamos hablando de un film de 70 minutos, sin argumento más allá de un planteamiento inicial, y con sólo tres personajes. El problema número uno es que esos 70 minutos se concentran en ofrecer las escenas de tortura y vejación más desagradables que un servidor haya visto (que por otro lado, tampoco son tantas o tan extremas), y el problema número dos es que esta realmente bien hecha.

La puesta en escena es de lo más simple: un chiflado secuestra a una pareja en su primera cita, los mete en su "quirofano" y les comienza a torturar midiendo los limites de la voluntad humana.

Hasta cierto punto podríamos decir que el mayor de los problemas y a la vez la mayor virtud de Grotesque es que esta demasiado bien hecha. En ese sentido la película, dirigida por Koji Shiraishi (Slit-mouthed woman) es muy seria, con carácter realista, los efectos estan tan bien hechos que uno empieza a preguntarse por la integridad de la pareja protagonista, y la ambientación y la fotografía son perfectas, una auténtica rareza en las películas de (supuestamente) bajo presupuesto del género.
Es una virtud, pero a la vez también su perdición ya que el espectador se la ha de tomar también en serio, no hay golpes de humor ni situaciones ridiculas (aunque el final sea, como el titulo, grotesco), ha de contemplar 70 minutos con las más crueles torturas y vejaciones, contando con apenas un pequeño respiro a media película.
Y eso es lo que la convierte en una película dificil de ver y, mucho más aún, de recomendar.

(Auto)Comparada en el propio poster promocional con las sagas Saw y Hostel (con las que no tiene parecido más allá del hablar el mismo lenguaje, y no me refiero al inglés), censurada en Gran Bretaña (básicamente por las escenas de contenido sexual, y por no tener argumento), esta es un film con el que se puede entrar en esa hipócrita discusión sobre los limites del cine, etc...
Esta película es durísima, sin duda, no apta para la mayoría de estómagos y así debe de estar calíficada, pero usarla como objetivo del "adonde vamos a ir a parar", me parece una completo juego de hipocresía.

Durísima y extrema, pero mucho más brillante que otras del género.

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