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jueves, 10 de octubre de 2013

20 años de Takashi Miike como director : su cine en sus propias palabras.


NOTA: Takashi Miike será uno de los grandes invitados del Festival de Sitges 2013, presentando además de sus dos últimas producciones una pequeña retrospectiva de su obra, y celebrando una master class que promete darnos una tarde de lo más interesante.
Para celebrarlo resubimos este artículo que publicamos el pasado 25 de Octubre del 2011, fecha en que se cumplía el 20 aniversario de Miike como director de cine, y en el que repasábamos algunas de las constantes del director de Osaka.


Hoy 25 de Octubre de 2011 es un dia especial para Takashi Miike: tal dia como hoy hace 20 años, en 1991, se editaba su primera película como director, "Eyecatch Junction", su primero de varios V-Cinema, películas de género directas al mercado de video en Japón.

Para celebrar estos 20 años como director hemos decidido repasar su carrera; al tratarse de una obra tan enorme, tanto en calidad como en cantidad, quién mejor que el propio Miike para explicar como es su cine, una obra en conjunto mucho más compacta de lo que lo pueda parecer a parecer a primera vista.

Hemos seleccionado fragmentos de entrevistas del director de Osaka en diferentes épocas y medios, con las que repasar los temas comunes en sus peliculas y su estílo y personalidad, elementos que hacen de él uno de los autores más importantes del cine japonés del último cuarto de siglo.



Sobre él mismo:

"Naci y crecí en Japón, pero tengo un sentimiento de aislamiento, de ser diferente de los demás. Vivo un tipo de vida muy diferente del japonés medio, en realidad soy un marginado. Tengo la misma cara, la misma sangre, y la misma educación que ellos, pero la manera en que siento las cosas es muy diferente. Por eso aunque soy japonés, me siento aislado, siento como si estuviera en un pequeño caudal, lejos del río. Eso tambien vale para mis películas. No estoy en el mundo de las grandes producciones, soy un agente libre, a mi libre albedrío. Así que aunque soy japonés, soy algo parecido a un forastero en Japón."



Una de las constantes en sus películas, sean del género que sean, son sus personajes desarraigados, que buscan no sólo su sitio en el mundo sino tambien la felicidad. Ya sea el salariiman de "The Bird people of China" o el Yakuza de "Rainy Dog" se pueden encontrar características similares en la muchos de sus personajes protagonistas, solitarios, mestizos como el protagonista de "Blues Harp", extranjeros como el brasilero de "The city of lost souls", homosexuales como en "Big bang love: juvenile A" o incluso el viudo protagonista de "Audition".

Sobre sus personajes desarraigados:

"Mi familia es originaria de Kumamoto, en el Sur de Kyushu. Cuando Japón fue derrotado en la 2º Guerra mundial, mi abuela estaba en Corea. Al volver, se fue a vivir a otra ciudad de Japón. Así que desde mi abuela, nadie de mi familia ha vivido en Kunamoto. Yo crecí en Osaka, pero por esa razón no pienso en Osaka como mi hogar. Siempre he sentido que soy un vagabundo, que no tengo una ciudad natal a la que volver. Plasmar a gente así en mis peliculas es algo que me sale de forma natural, incluso en las peliculas de Yakuzas."


Miike siempre ha destacado por su altísimo ritmo de trabajo, encadenando proyectos uno tras otro, ya en sus comienzos en las peliculas directas a video, pero más aún desde que con "Shinjuku Triad Society" comenzaran a estrenarse en cines, teniendo años de seis y siete proyectos entre peliculas y especiales para televisión.

Sobre su ritmo de trabajo:

"No era mi intención rodar peliculas tan rápido, tiene más que ver con la situación en la industria del cine japonesa. Esta ha sido la única manera de cambiar mi situación: probar que se necesita muy poco tiempo para rodar una buena pelicula. Me gusta trabajar con estas limitaciones y restricciones, y si encuentro un espacio en la pelicula con el que expresarme, ya me siento feliz. Me sigo descubriendo a mi mismo como director todo el tiempo."


El director no sólo encadena films uno tras otro, sino que lo hace sin importar el género o el estilo de la pelicula. Así después del remake de "Cementerio Yakuza" puede pasar a una comedia sobre indigentes como "Shangri-la" o después de "Llamada perdida" rodar su extravagante tokusatsu "Zebraman". Para Miike es más importante el descubrír nuevos territorios a rodar continuamente la misma película, la posibilidad de introducir su visión del mundo en una pelicula en la que aparentemente no tenga ninguna oportunidad de hacerlo, no como reto, sino como simple curiosidad de cual pueda ser el resultado.

Sobre su mezcla de géneros, y su estilo:

"El concepto de "género" es algo creado por los distribuidores de las películas. Es algo que se le puede vender al público, "si te gustan las comedias ven a ver esta pelicula!". Pero si tu haces las peliculas es diferente, si ruedas una pelicula sobre la Yakuza, puede que haya elementos terrorificos, o momentos que incluyan risas. Así que si tu trabajo es rodar peliculas no piensas demasiado en el género, el resultado saldrá de manera natural."

"Los directores normalmente intentan expresarse a traves de las histórias y las imágenes, intentan desarrollar un estilo que marque la película como suya. Yo me he liberado de eso."

"Me gusta la idea de los desconocido, de ir a un sitio en el que aún no he estado, o hacer algo que nunca he hecho. Me gusta abrir la puerta y descubrir que hay detrás, y eso vale para los rodajes de gran presupuesto, con muchos productores en una pelicula que se va a estrenar en todo el pais, o para los rodajes como el de Visitor Q, que hicimos por 7 millones de yens. Para mi es la misma aventura."


Si su primer gran salto a la popularidad en occidente fue con "Fudoh: the new generation" en 1996, el definitivo tuvo lugar tres años más tarde con "Audition", Ese drama sórdido y de final terrorífico, fue el primero de Miike en llegar a nuestro país al circuito comercial, y supuso un jarro de agua fría para aquellos que seguíamos el cine asiático a un nivel fuera del circuito festivalero. Detras de una história que empieza como un drama sobre la soledad, se esconde una de las películas más perturbadoras del director gracias a esa mujer que detrás de su apariencia angelical esconde un interior turbio.

Sobre su visión del cine de terror:

"En las peliculas de terror, creemos que el elemento terrorífico es algo especial que no existe en la vida real, y por eso lo disfrutamos. Pero hay cosas terroríficas en la vida, que vienen del ser humano. Todo el mundo las lleva dentro, así que al rodar a personas de forma natural se convierte en un film de terror."


Ese mismo año Miike rodó otro film que también le hizo ganar fama, aunque por otro tema distinto: fue "Dead or alive", que con su espectacular parte final impactó a los fans del genero, algó que con "Ichi the Killer", del año siguiente, se multiplicó exponencialmente. La violencia extrema en esta adaptación de un manga y el personaje de Kakihara, con sus aberturas en la boca interpretado por un Tadanobu Asano en su mejor momento hizo del film un clásico instantáneo.

Sobre sus peliculas más conocidas en occidente:

"Para mi es muy interesante que mis peliculas seleccionadas por los críticos para los festivales europeos y americanos sean siempre las más violentas. No me importa si la gente piensa que ruedo films violentos uno tras otro, para mi lo divertido es simplemente rodar peliculas."

"En este momento estoy editando la que seguramente sea mi película más violenta (por "Ichi the Killer"), pero también estoy en la pre-producción de un musical ligero (por "La Felicidad de los Katakuris"). Sería genial si la gente las pudiera ver como un programa doble, así verían mi lado destructivo y mi necesidad de hacer al mundo feliz. Soy como cualquier otro ser humano, tengo diferentes lados. Hay un poco de mi en todos mis personajes."


El director siempre ha estado en contra de rodar secuelas de sus peliculas más conocidas, para ver una tendríamos que remontarnos a sus primeros films, dias de V-cinema, para encontrarnos con la de "Bodyguard Kiba". En la última época ha rodado "Crows II", que se entiende más como una continuacion que como una secuela propiamente dicha, y "Zebraman 2", que tiene mucho que ver con estas declaraciones sobre las continuaciones de la saga "Dead or Alive".

Sobre las secuelas, y "Dead or Alive 2":

"Normalmente pienso en las secuelas como un insulto al film original, porque los productores piensan que pueden hacer algo mejor que la primera parte por menos dinero. Pero es algo común en la indústria del video. Cuando el primer film es un éxito, la compañía piensa en la secuela. Por ejemplo, si ha vendido 20.000 copias de un video, piensan que pueden vender al menos 15000 de la secuela. No consideran que podrían vender sólo 10000, así que el presupuesto se decide para poder vender 15000 copias. Un proyecto de secuela sólo aparece de una mala idea, así que cuando me ofrecieron rodar la secuela (de Dead or Alive), lo ví como una oportunidad de rebelarme, no rodando la secuela como tal, sino cambiando las cosas completamente. No me atrae demasiado rodar una segunda parte normal y corriente."



Muchos de los fans que se engancharon al cine del director por sus films más violentos se han quedado esperando más peliculas por el estilo, y aunque ha seguido haciendo cosas de género, su filmografía en este siglo XXI no ha llegado a la cota de violencia de esos films anteriores.
En los últimos años el director ha bajado el ritmo de producción hasta rodar dos films al año, peliculas con mejores presupuestos y más dias de rodaje, pero manteniendo su estilo anárquico y sobretodo su libertad creativa, uno de sus bienes más preciados.
Takashi Miike, que cumpió 51 años este pasado Agosto, parece haber dejado atrás su etapa más salvaje para, de nuevo, buscar territorios desconocidos, como pueden atestiguar proyectos tan dispares como su producción de este 2011, la infantil "Ninja Kids!" o su magnífico chambara "Hara-Kiri".
Quién sabe con que nos sorprenderá en los próximos años.

Sobre volver a rodar "peliculas de culto":

"No es que no vaya a volver a hacer peliculas de culto otra vez, es que he estado rodando otras cosas a las que quizás con el tiempo se las pueda considerar como tales."


jueves, 31 de enero de 2013

El cine de Kim Ji-woon: de "The Quiet Family" a "El último desafío".

La primera vez que escuché el nombre de Kim Ji-woon fue cuando fui a ver “Dos hermanas” en su estreno en cines, en Noviembre del 2004. En pleno boom del cine surcoreano, y con “Oldboy” a punto de arrearnos un buen puñetazo en Sitges, la película se estrenaba aprovechando los años mozos del J-horror. Por supuesto me dejó maravillado y aterrorizado a partes iguales, esa historia basada en una leyenda popular -algo de lo que por supuesto no tenía ni idea por entonces, y que le hace ganar más todavía en los siguientes visionados- de las dos jóvenes del título. A nivél técnico era espectacular, y la ambientación jugaba un papel primordial en mantenernos con la tensión a flor de piel.

En cuanto que me puse a indagar sobre la carrera de este director apareció la primera sorpresa; no era como Nakata o Shimizu, los maestros del J-horror especializados en meternos el miedo en el cuerpo, sino que su primera película era una comedia negra sobre una familia que tenía un motel, y su segunda otra comedia, en este caso sobre un salaryman que se metía en el mundo de la lucha libre. 
En aquel momento fue todo un shock descubrir que este señor no era un especialista del terror, aunque hubiera dirigido una maravilla del género, sino un auténtico todoterreno, como descubriríamos viendo el resto de su filmografía. Es algo que poco a poco iríamos descubriendo es otra constante de la cultura audiovisual  surcoreana, la mezcla de géneros.

Esas dos primeras películas son por supuesto “A quiet family”, una estupenda y muy divertida comedia negra escrita en apenas cinco días, y que Takashi Miike reconvertiría en “La felicidad de los Katakuris”, un film que desde entonces se convirtió en una de mis primeras recomendaciones para los amigos que querían introducirse en el cine surcoreano, y la menos ambiciosa pero igualmente hilarante “The Foul King”, en la que también participaba un por entonces joven actor que comenzaba a convertirse en una cara recurrente de lo mejorcito del cine nacional, Song Kang-ho. 

En 2005  llegaría un nuevo golpe en la mesa que hacía que quienes no se supieran todavía su nombre, lo incluyeran al dúo de directores surcoreanos que más reconocimiento estaban consiguiendo en occidente, Park Chan-wook y Bong Joon-ho: con “A bittersweet life”, un estilizadísimo  noir que según el propio director es un acercamiento al Polar francés, el director subía un nuevo peldaño.
Sin duda una de sus mejores películas, este film protagonizado por un encantador Lee Byung-hun como el matón de un jefe mafioso que terminaba preocupándose demasiado por la joven amante de este, encandilaba por su apartado técnico y estético.
Sí, Corea del Sur, ese país del que poco más se sabía más que estaba dividida, que sus vecinos de arriba estaban gobernados por un chalado, y que tuvieron unos juegos olímpicos antes de Barcelona, tenían un cine arrebatador y visualmente portentoso.

Para 2008, cuando se presentaba de nuevo en el Festival de Sitges (por donde ha paseado toda su filmografía a excepción de “The Foul King”, para deleite de los habituales y envidia de quienes le descubrimos un poco más tarde), y con este blog dando ya sus primeros pasos, “The good, the bad, the weird”, el día de proyección estaba más que remarcado en el calendario.
Con su Western Kimchi, Kim Ji-woon volvía a demostrar su versatilidad cambiando una vez más de género, esta vez con una deliciosa y adrenalínica película de aventuras ambientada en el desierto de Manchuria, en la que las espectaculares escenas de acción se encadenaban rizando el rizo.
Con dos viejos conocidos de su filmografía como Song Kang-ho y el propio Lee Byung-hun, añadía a Jung Woo-sung en el papel de cazarecompensas de excelente puntería.

Y después del derroche de virtuosísmo que era “El bueno, le malo y el raro”, el director volvía a cambiar de género, y nos traía uno de los thrillers de venganza que además de ser un clásico automático, se va a convertir sin duda en una de las películas de referencia del género.
En “I saw the devil” la retribución cambiaba las tornas y convertía al cazador en cazado, en un juego sádico que moralmente pone al espectador en un brete.
Retomando a Choi Min-sik, con el que había trabajado en “The quiet family” y su ya habitual Lee Byung-hun, con algún tiempo libre antes del rodaje de la secuela de “G.I. JOE”, el director llenaba el tiempo tras venirse abajo el que iba a ser su primera producción extranjera, el remake de “Max y los chatarreros” de Claude Sautet, un proyecto del que se ha venido hablando mucho tiempo, pero que parece descartado por el momento. 

En 2012 tuvimos nuestra ración de su cine, con el estreno de "Doomsday book", un viejo proyecto de ciencia ficción formado por tres segmentos con muy distintas visiones del fin del mundo. Rodado junto a Im Pil-sung (Hansel & Gretel), Ji-woon se encargaba del segundo y más serio segmento ambientado en un futuro cercano, en el que un cyborg de un templo budista alcanzaba la iluminación, algo que planteaba un debate entre la compañía que lo había fabricado, y los propios monjes del templo, que lo tomaban por un igual.
Técnicamente el segmento es una auténtica obra de orfebrería, y desde luego brillaba con respecto a los otros dos segmentos, aunque trataba un material mucho más espeso que no casaba demasiado con las otras dos historias.  

Y así pasamos ya a este principio del 2013, en el que el director debuta, ahora si, en su primera producción americana, con el regreso de una estrella del calibre de Arnold Schwarzenegger. “The last stand”, aquí “El último desafío”, es un proyecto interesante al permitirle por un lado al director trabajar de una manera completamente diferente a la que estaba acostumbrado, algo que él mismo ha comentado ha sido su mayor barrera, mucho más que los problemas de idiomas, y por otro probar con una gran estrella a nivel internacional como Governator. 
En ambos opciones el resultado es más que positivo, y aunque la película no haya triunfado de la manera que se esperaba, desde luego no ha sido por su culpa, ya que el film lleva totalmente el sello del surcoreano. Especialmente en las escenas de acción se puede comprobar esa dirección maestra para rodar, pero realmente todo el film denota su pulso tras la cámara, con momentos muy brillantes desde el primer minuto de la película.

¿Y ahora que? Pues, con las puertas de Hollywood abiertas, Kim Ji-woon vuelve a Corea del Sur, para rodar nada menos que una adaptación de “Jin-Roh”, al clásico anime de Hiroyuki Okiura, con guión de Mamoru Oshii.
El mismo director ha comentado que después de una de sus películas más ligeras le apetecía volver a material más denso y profundo, por lo que que mejor que adaptar una obra de ciencia ficción de calado como la de Oshii y Okiura, adaptándola a la sociedad coreana.
Kim Ji-woon planea volver a Estados Unidos a principios del año que viene, aunque aún esta indeciso entre dos proyectos, un thriller de acción y otro thriller, en este caso también de ciencia ficción.

En cualquier caso el futuro del director, que parece alternará proyectos a cada lado del Pacífico, es tan brillante como su propio talento.

lunes, 22 de octubre de 2012

JoJo’s Bizarre Adventure, 25 años de historia.

El pasado día 5 de octubre se estrenó el primer episodio de JoJo’s Bizarre Adventure (JoJo no Kimyou na Bouken, en japonés), un anime basado en el manga homónimo de Hirohiko Araki que por una larga serie de razones es una de las series más importantes del cómic japonés. No sólo se trata de una de las series más longevas jamás publicadas en Japón, sino también de toda una obra de culto reconocida tanto por aficionados como por mangakas. JoJo ha sentado la base de muchos de los shōnen actuales como Bleach, Shaman King o Hunter x Hunter, y no hay duda de que es uno de los mangas más influyentes y respetados en Japón.

Pero antes de entrar en detalles, dediquemos primero un momento a conocer su historia. JoJo’s Bizarre Adventure empezó a publicarse en 1987 en las páginas de la revista Shōnen Jump. La trama, desplegada de momento en ocho partes, nos presenta las trepidantes aventuras de varios miembros de la familia Joestar, que por cosas del destino tendrán que enfrentarse a fatalidades de todo tipo. En la primera parte, Jonathan Joestar (hijo del aristócrata inglés George Joestar) vivía una vida tranquila hasta que su padre acogió al joven Dio Brando en su hogar, debido a una deuda moral que tenía con el padre de éste al haberle salvado la vida. Dio, ambicioso y calculador como él solo, está obsesionado por quitarle a Jonathan todo lo que tiene y empieza a atormentarle la vida. Durante una pelea con él, Dio descubre los poderes de la máscara de piedra que los Joestar guardan en su casa, y decide usarla para convertirse en el ser más poderoso de la Tierra, un acto que marcará la historia de los Joestar para siempre…

El anime del que hablamos adapta este primer arco argumental, y de momento parece que lo hace de forma bastante acertada. El pequeño estudio David Production (Ristorante Paradiso, Ben-to) es el encargado de dar vida una vez más a la familia Joestar, bajo la dirección de Naokatsu Tsuda y Kenichi Suzuki, todo acompañado por la banda sonora del compositor Hayato Matsuo. Cabe destacar que aunque el opening es de creación propia (interpretado por actor de doblaje que hace de Dio), el ending es el tema Roundabout del grupo inglés Yes, reflejando así la importancia que tendrán las bandas de pop y rock en posteriores segmentos de la historia. Ahora bien, si seguiremos viendo o no el resto de partes es algo que sólo el tiempo dirá, aunque de momento el número de episodios sugiere que hay muchas papeletas para ver Battle Tendency en movimiento.

El manga, que este año celebrará su veinticinco aniversario, lleva ya la friolera de 107 tomos en su haber. Para facilitar la lectura a los que quieren empezarlo, el autor ha dividido la historia en partes para que sea más asequible y les ha asignado nuevos nombres respecto a los que usó originalmente, a saber: Phantom Blood (primera parte, tomos 1 a 5), Battle Tendency (segunda parte, tomos 5 a 12), Stardust Crusaders (tercera parte, tomos 12 a 28), Diamond is Unbreakable (cuarta, tomos 29 a 47), Vento Aureo (quinta, tomos 47 a 63), Stone Ocean (sexta, tomos 64 a 80), Steel Ball Run (séptima, tomos 81 a 104) y JoJolion (octava y última parte hasta el momento). Cada una cuenta las aventuras de un protagonista diferente, todos descendientes de Jonathan Joestar, y aunque al principio parecen ser inconexas, están ligadas de un modo u otro por la presencia del malvado Dio Brando.

Un tema la mar de interesante es la increíble evolución que ha sufrido el dibujo de la obra desde que empezó hasta ahora. La saga recuerda mucho a otro clásico de la época, Hokuto no Ken, apostando por los personajes hipermusculados y mucha tinta en los escenarios, pero a su manera conserva un estilo propio más que reconocible. A través de las partes tercera y cuarta se empieza a vislumbrar una cierta estilización en los personajes, con proporciones mucho más ajustadas y realistas. Ya a partir de la quinta, y en especial en las últimas sagas, la estética de los personajes se ha vuelto mucho más andrógina, con un diseño mucho más moderno respecto al original.

Otra característica importante son los llamados “Stands”, que hacen su primera aparición en el tercer episodio del manga y que se han mantenido como un elemento clave en la trama. Los Stands son representaciones físicas de la fuerza vital de cada persona, y cada uno tiene una habilidad única en su tipo, siempre con asombrosos resultados. Aunque empezaron teniendo nombres basados en las cartas del tarot, la gran afición musical del autor hizo que a partir de la cuarta parte empezaran a tener nombres de grupos o canciones, encontrándonos así con ejemplos como Killer Queen, Metallica, Foo Fighters o Tubular Bells. JoJo fue uno de los primeros manga (si no el primero) en introducir la idea de poderes individuales para cada personaje, algo que más tarde inspiraría habilidades similares como las frutas del diablo de One Piece o las zanpakutō de Bleach. La serie de videojuegos Shin Megami Tensei: Persona, de Atlus, también bebe mucho de este concepto, asignando a sus protagonistas una Persona con aspecto muy similar al de los Stands.

Pese a su tremendo éxito, es curioso que las adaptaciones animadas que ha habido hasta el momento hayan sido escasas y de calidad bastante cuestionable. El estudio A.P.P.P. lanzó en 1993 una miniserie de seis OVA adaptando la segunda mitad de Stardust Crusaders, asumiendo que el espectador ya la conocía de antemano. No fue hasta 2001 cuando decidieron crear una precuela de siete OVA que cubriera el principio del viaje, ofreciendo algo de contexto a aquellos que no sabían muy bien de qué iba la cosa. Aunque bien resumida, la serie se dejaba en el tintero varios elementos importantes y cambiaba por completo el estilo gráfico de los personajes, lo que no impidió que gozara de cierto éxito entre los seguidores más acérrimos.

Más tarde, coincidiendo con el veinte aniversario del manga, A.P.P.P. estrenó una película en 2007 basada en la primera parte, una adaptación que por desgracia no contó con el beneplácito de los fans y ni el propio autor (en gran parte por la cantidad de modificaciones que se habían realizado respecto al original) y por ello nunca se lanzó en DVD, con lo que sólo han podido verla los pocos afortunados que fueron al cine. Aun así, esto no impidió la salida de un juego de acción para PlayStation 2 que esta vez contaría con la supervisión de Araki para asegurar la fidelidad de la historia.

Y ya que hablamos de videojuegos, a finales de 1998 el mismo equipo responsable de la creación de Street Fighter III (la gente de Capcom son grandes fans de la serie) lanzó el juego de lucha JoJo’s Bizarre Adventure para recreativa. El juego apareció también en PlayStation, y más tarde en Dreamcast junto a la segunda versión que sólo había salido en arcade. En julio de 2002 se lanzó en Japón un videojuego para PlayStation 2 que cubría toda la historia de Vento Aureo, el quinto episodio del manga. Se trata de un juego de acción con unos gráficos cell shaded bastante resultones para la época, que cuenta con numerosas misiones a completar y se puede usar a todos los protagonistas, con sus Stands y sus respectivos poderes. Estuvo a punto de salir en occidente bajo el nombre GioGio’s Bizarre Adventure, pero las numerosas referencias musicales impidieron que saliera del país nipón por temas legales. La última sorpresa en este campo la dio Namco-Bandai hace unos meses, anunciando el título JoJo’s Bizarre Adventure All Star Battle para PlayStation 3, otro juego de lucha desarrollado por CyberConnect2 en el que se dan encuentro personajes de todas las partes del manga.

Y con esto llegamos al final de este artículo. Debido a la celebración del 25 aniversario, este año han aparecido numerosos homenajes relacionados con la obra de Araki: desde la propia serie animada hasta novelas, promociones en Google+ e incluso una exposición itinerante en Japón. Aquí en España hemos recibido de forma indirecta el cómic Rohan en el Louvre, un spin-off sobre uno de los personajes de la cuarta saga, pero todavía no hay noticias sobre la posibilidad de ver el manga original en nuestras tierras. Mientras esperamos, os animamos a que veáis el primer episodio para introduciros en el peculiar mundo de JoJo’s Bizarre Adventure, una obra legendaria que es sin duda uno de los mejores manga jamás creados.

martes, 2 de octubre de 2012

Los siete samurais.

Para cerrar la celebración de nuestro quinto aniversario, hemos decidido elegir nuestras películas favoritas y reseñarlas. Es muy difícil seleccionar solo una película como "la mejor" que uno ha visto, suele ir por épocas y a veces uno tiene más frescas unas que otras. Pero desde hace ya tiempo, por una situación parecida, decidí que la mejor película que había visto era “Los 7 samurais”, y a día de hoy ninguna que haya visto le ha sobrepasado en el puesto.
Quitando (que ya es quitar) la gran influencia que tuvo, no solo en el propio género chambara, sino en la difusión del cine asiático en Occidente, esta es una obra maestra incontestable, rodada con una minuciosidad detrás de cada plano aplastante, y de un in crescendo emocional que, para mi, no tiene rival.
Protagonizada por habituales del cine de Akira Kurosawa, y auténticos monstruos de la interpretación como Toshiro Mifune o Takashi Shimura, no hay 207 minutos de cine que disfrute más que los de esta película.

La historia ha sido hecha y rehecha multitud de veces desde entonces: los campesinos de un pequeño pueblo deciden, hartos de los continuos saqueos de una banda de ladrones, intentar contratar a samurais para que defiendan al pueblo. No podían tener mejor suerte y contratan, apenas a cambio de la comida y el alojamiento durante la batalla, a siete samurais de muy distinta procedencia, seleccionados por un veterano de guerra como Shimada Kambei.




Esta es una de esas películas que se pueden ver una y otra vez, y aunque uno, que ya repite en visionados y se conoce la historia al dedillo, pretenda centrarse en el aspecto formal o fijarse en la multitud innumerable de detalles que le dan ese plus a la película, siempre acaba enganchado a la historia, a sus personajes. Kikuchiyo, ese samurai chiflado que guarda una historia detrás de esa locura constante. La relación de sensei-alumno entre Kambei y el joven Katsushiro. Ese momento de reflexión de Kyuzo, el experto espadachín, en esa escena llena de fuerza en la que juguetea con las flores mientras espera a dos de los bandidos para acabar con ellos. Rikichi, ese campesino decidido a que los bandidos no se lleven a ni una mujer más de su pueblo... y así,una, y otra, y otra.
Es una película perfecta a todos los niveles, lo que por una lado habla de la claridad de Kurosawa en la planificación, y de su rigurosidad en el rodaje. El guión es sensacional, con una historia central portentosa que se ramifica en varias subtramas que siempre suman a la central, y que por si fuera poco integra perfectamente detalles de la época, como las diferencias de estamentos, o la importancia del respeto a los mayores. La minuciosidad de Kurosawa en ese sentido es espectacular, por ejemplo en algo tan aparentemente azaroso como la manera de sentarse de unos y otros en las casas: todo esta en realidad perfectamente planificado, con el “mayor” de todos, normalmente el samurai Kambei, sentado por encima de los demás.
Los diálogos son una absoluta maravilla, personalmente me emocionan esas frases que dice Kambei, que van mucho más allá del simple pensamiento, auténticas perlas de la sabiduría de un hombre con mucha guerra a sus espaldas y que siempre se adelanta a lo que esté por llegar con absoluta claridad, sea bueno o malo.



Que decir de la puesta en escena: lógicamente el rodaje se fue de presupuesto y de tiempo, después de la reconstrucción de los decorados fuera de los estudios, y del equipo necesario para aspectos tan incontrolables, pero que Kurosawa necesitaba controlar, como la influencia de la naturaleza; el viento y la lluvia, que llegan en momentos de tensión y tristeza, marcan el tono de las escenas. Seguramente fue una completa locura, pero Kurosawa, que ya se había convertido en uno de los estandartes de la Toho, se salió con la suya, consiguiendo de paso un éxito atronador de público, y una obra maestra imperecedera.

Igual que Kambei decide que tienen que ser siete los samurais para poder defender el pueblo en condiciones, Kurosawa hace lo mismo con sus personajes, que están perfectamente calculados y todos tienen su momento y su razón de ser. Desde las escenas del reclutamiento, algo que a posteriori hemos visto en docenas de películas, a cada personaje se le asigna un rol, ya sea samurai o campesino, y todos acaban teniendo su importancia.
Kurosawa exprime perfectamente las personalidades de cada uno, también en las relaciones entre ellos: la admiración de Katsushiro por Kyuzo; los celos de Kikuchiyo con el mismo Kyuzo; el odio entre Manzo, el campesino que teme por la integridad de su hija, hacia Katsushiro; la camaradería de los veternos entre Kambei y Gorobei...

Técnicamente es toda una clase de como rodar para los que no sabríamos ni por donde empezar. Las transiciones espectaculares, la manera en que sabe siempre donde debe colocar la camara, las composiciones, como utiliza el movimiento de los actores, o el dominio del ritmo de Kurosawa, simplemente fascinante.
Y la banda sonora de Fumio Hayasaka, seguramente el más grande compositor de las bandas sonoras de los clásicos del cine japonés,con los temas recurrentes según sean unos u otros quien aparezcan en pantalla.



Realmente hay tanto que alabar que se me acaban los adjetivos. Técnicamente es prodigiosa, una película además muy ambiciosa que le pudo costar la carrera a Kurosawa de no haber contado con el favor del público como lo hizo.
Por otro lado la historia va empapando al espectador, los personajes van calando, y cuando comienzan a llegar los momentos tensos y las muertes, en esa gran batalla de tres días, la emoción se palpa en cada momento.
Como digo, cada vez que la veo acabo emocionado, como si estuviera en ese pueblo embarrado, con Kikuchiyo clavando un montón de espadas en el montículo a la espera de acabar con todos los bandidos que faltan, con Kambei lanzando flechas a los jinetes... y esa frase final, una vez ha pasado la tempestad, que siempre me encoge el corazón.

¿Hace falta decirlo? 11/10

Todo sobre Lily (All About Lily Chou-Chou)


Como este mes pasado celebramos nuestro quinto aniversario, hemos querido hacer unas entradas especiales en las que comentamos nuestras películas favoritas. Aunque es muy difícil solo destacar una única película, en mi caso me gustaría comentar “Todo sobre Lily". No se si es mi película favorita, o la mejor que he visto, lo que si tengo claro es que si que es y fue una película que me marcó profundamente, hasta tal punto que al volver a verla, al escuchar su banda sonora o simplemente al recordarla, me inunda un sentimiento de emoción y melancolía, y me pone la piel de gallina.


A través de un grupo de adolescentes y tres años de su vida, tanto dentro como fuera de la escuela, "Todo sobre Lily" nos hace un duro, realista y crítico retrato generacional, una mirada penetrante e inquebrantable en la vida y cultura de los jóvenes, donde el maltrato escolar, la delincuencia juvenil, el suicido, o las violaciones se tratan sin remilgos.

Yuichi Hasumi (Hayato Ichihara) es un adolescente sensible, que diariamente es intimidado por un grupo de jóvenes que anteriormente eran sus amigos. Por ello crea una pagina web dedicada a una cantante japonesa llamada Lily Chou Chou, para que él y otros fans puedan relacionarse y comunicarse, y expresar su amor por la cantante y sus verdaderos sentimientos.

Pero no es el único que tiene problemas en el instituto, Yoko Kuno (Ayumi Ito), también es acosada por las chicas del instituto, por ser más talentosa y guapa que ellas. Es también una joven solitaria y la única luz en la vida real de Yuichi, una luz que se va apagando poco a poco.
Ademas tenemos a Shusuke Hoshino (Shugo Oshinari) quien esta pasando un mal momento por la separación de sus padres. Un estudiante modelo que después de las vacaciones de verano vuelve a la escuela convertido en un autentico matón, un desalmado que hará la vida imposible a los demás estudiantes, capaz de infringir vejaciones a Yuichi, quien era su mejor amigo, y obligar a prostituirse a una compañera de clase, Shiori Tsuda (Yu Aoi).



Ser adolescente no es siempre divertido para todos, es una época en que las preocupaciones y las dudas comienzan a surgir. A pesar de que el mundo de los jóvenes puede parecer un mundo lleno de diversión y superficialidad, para muchos jóvenes a menudo es un autentico infierno.
Este es el mensaje de "Todo sobre Lilly", más que una películas sobre el crecimiento, estamos ante una película sobre la crueldad juvenil, el aislamiento y la soledad, todo sea dicho, fases del paso de la niñez a la madurez.

Los protagonistas de esta historia son jóvenes perdidos y desamparados, jóvenes con traumas muy profundos  y muchos problemas. Personajes muy complejos, desesperanzados, que liberan sus inseguridades y miedos por medio de actos escandalosos y repentinos de violencia, una violencia no mostrada de forma gratuita, sino real y dolorosamente triste, tanto para el agresor como para la victima.


Los actores de la película son en su mayoría adolescentes sin casi experiencia, pero su director, Shunji Iwai saca lo mejor de ellos, su naturalidad y su emoción, y lo hizo por medio de continuos consejos, explicándoles con paciencia lo que sienten y quieren sus personajes, e incluso interpretando con gestos para que lo imiten y muestren lo que quiere ver en su actuación.
Ademas de ello, como no, por medio de un guión con unos personajes muy bien desarrollados. Crea personajes muy fuertes, con gran carácter y reales con los que, de alguna manera o otra, los actores (y el espectador) pueden identificarse.

Cuatro actores son los que destacan, son los mayores protagonistas de la película, jóvenes que hoy en día ya han pasado de ser jóvenes promesas a actores reconocidos; Hayato Ichihara quien llegó a la fama sobretodo gracias a la serie de televisión "Rookies", y al que hemos visto en “Negative Happy Chain Saw Edge” y la película de Takashi Miike, “God's Puzzle”; Shugo Oshinari, quien ha trabajado con directores de la talla de Takahisa Zeze en “Heaven´s Story” y Ryuichi Hiroki en, entre otras “Egoist”.
Las chicas de la película han repetido en más de una ocasion de nuevo con el director, por lo que a Ayumi Ito ademas de haberla visto recientemenete en la ultima superproducion “Gantz” volvió a colaborar con Iwai en “Bandage” y “Hana and Alice”. Yu Aoi era la Alice de “Hana and Alice”, así como la única asiática en la película americana de Iwai, “Vampire”, pero tambien la hemos visto en películas como “Hula Girls” y la esperada “Rurouni Kenshin”.


La música es muy importante en esta película, un personaje más; ya el título es en referencia a un grupo ficticio creado en especial para la película, Lily Chou Chou, una cantante que compone música etérea y sugerente que podría compararse con la de la islandesa Björk.
La banda sonora, donde las canciones melódicas se contrarrestan con las piezas clásicas, es extraordinaria, capaz de mostrar emociones que solo con la música se pueden expresar.

Lily y su música es lo único importante y significativo en la vida de nuestro protagonista, ni le traiciona, ni le maltrata, ni le mete presión. Su música es lo único que le llena en su vida infernal en estos momentos. Busca el consuelo en la música y en la tranquilidad de los campos verdes mientras la escucha, huyendo de los horrores a los que diariamente se enfrenta en el colegio, en casa e incluso en las redes sociales que critican a su amada cantante.
Aunque sea solo por unos instantes, cuando escucha a su artista favorita, todos estos sentimientos de tristeza y la desesperación se disuelven, y es que la música, en ocasiones, puede tener "ese poder para salvar vidas".

Los momentos en soledad en los que nuestro protagonista escucha música tranquilamente en el campo, mientras aparecen en pantalla los mensajes de texto del foro sobre la vida y Lily donde participa el protagonista, sirven para mostrarnos los verdaderos sentimientos del joven, como monólogos interiores, un recurso muy interesante y original nunca visto (por lo menos por mi en el primer visionado de este film) que se utiliza con éxito.



Aunque la película toque temas muy delicados y nos muestre una adolescencia dura y unos jóvenes desarraigados, no estamos ante una película deprimente ni perturbadora, la atmósfera y el ambiente no es sombrío, sino de gran belleza, muy melancólica y contemplativa, donde se abarca el drama humano, el humor frívolo, y la violencia mas brutal con esos bellos paisajes de fondo.

La cinematografía del director Shunji Iwai es exuberante y creativa, con "Todo sobre Lily" creó uno de los films japoneses más bellos de la historia. Iwai, que se inspiró para realizar el guion de esta película viendo un concierto de la diva del pop hongkonés Faye Wong, y en una novela interactiva de internet propia del director; filma completamente en formato digital y nos proporciona una película con escenas fantásticas, muy oníricas e inolvidables, consiguiendo que los dolores de un adolescente inadaptado sean conmovedores, hermosos y poéticos.


"Todo sobre Lilly" es espectacular y emocional, una de esas películas que ningún aficionado al cine asiático debe perderse, es una de las imprescindibles e inolvidables cintas del siglo XXI.
La película nos lleva a lo largo de dos horas y media por la desgraciada y difícil vida de estos adolescentes, y lo hace por medio de flashbacks, escenas contemplativas de una conmovedora y melancólica belleza, y un ritmo pausado, lo que provoca que el espectador deba ser paciente y comprometerse, para ser absorbido por el "eter" de la historia y así se nos resulte imposible olvidarnos de ella, de su música y de los momentos llenos de emoción.


Puntuación: 10/10

lunes, 17 de septiembre de 2012

La semana de... Tetsuya Nakashima: coloreando la triste realidad.


Tetsuya Nakashima se ha convertido por derecho propio en uno de los directores a seguir muy de cerca del panorama cinematográfico japonés, y en cierta manera representa el arquetipo de director que más necesita la industria nipona en estos momentos. En esta época, en que cada vez es más y más habitual que la mayoría de producciones no estén basadas en guiones originales, sino que adapten manga, anime, novelas o videojuegos, el mejor director al que pueden contratar los estudios es a alguien capaz de imprimir su huella indeleble y su personalidad a cada uno de sus proyectos, sean o no originales.
De hecho desde sus dos primeras y más desconocidas películas, Tetsuya Nakashima ha labrado su carrera haciendo precisamente eso, encontrando historias que tocan temas relevantes o con personajes atractivos, ya sea la extraña amistad entre una gothic lolita y una macarra, el musical trágico más divertido y emocionante que vayamos a ver en nuestra vida, o -aquí nos pilló con el pie cambiado por volverse lúgubre- la historia de la venganza de una maestra en una sociedad con problemas de comunicación.

El nombre del director es totalmente reconocible sin embargo por el estilo visual de sus films, por ese tornado de imágenes llenas de colorído, y su forma de romper la realidad de mil formas diferentes añadiendo su conexión total con la cultura popular japonesa. Pero si analizamos un poquito sus films, más allá de ese aspecto visual, vemos lazos claros entre las temáticas y motivaciones de los personajes de unas y otras películas.
En resumidas cuentas, Nakashima tiene una de las filmografías más imprescindibles del cine asiático contemporáneo tanto por su forma, como por su fondo.


Nacido en Fukuoka en 1959, se inició en el mundo de la dirección con uno de los segmentos del omnibus "Bakayaro: Watashi okkote masu" en 1988. Después continuó su carrera como director de publicidad, un trabajo del que siempre le ha gustado la libertad con la que cuenta tanto para desarrollar sus proyectos como para desarrollar su creatividad, y debutó oficialmente como director de cine en 1997 con "Happy go-lucky".
Esta es una historia costumbrista sobre una familia un tanto disfuncional, que se centra en los problemas del niño protagonista para realizar un ejercicio gimnástico en el colegio. Guionizada por el propio Nakashima, ya se empiezan a ver los brotes que luego se convertirían en temas recurrentes, la infancia como época vital decisiva a pesar de los obstáculos que ya a esa edad te pone la vida, la incomunicación tanto en el núcleo familiar como en la propia sociedad japonesa, y también ese aspecto de fantasía inesperada con la que el director nos sorprende en casi todas sus películas.


Al año siguiente rodaría "Beautiful sunday", sin duda su película más pausada y contenida. También con guión propio, este es el retrato de una comunidad de vecinos de un edificio en un suburbio de una gran ciudad, en el que seguimos los problemas de varios de sus inquilinos: un guionista de una serie tokusatstu con problemas de pareja que debe guionizar el último episodio, una mujer que es acosada por un inexpresivo hombre desconocido, los problemas de una niña con su némesis en el colegio, o una portera demasiado preocupada por la vida de sus inquilinos. Nakashima da todo un recital de plano fijo y acción fuera de cámara, para hacer una historia que visualmente no se acerca a los festivales de colorido que posteriormente se harían habituales, dirigiendo con un estilo mucho más estático aunque temáticamente sea un film 100% suyo.

Llegaría aquí un parón de cuatro años que resultaría crucial para su carrera, ya que sus trabajos en publicidad y videoclips influirían decisívamente en el giro que han tomado sus siguientes películas en el aspecto visual. Le proporcionaron un terreno en el que jugar completamente con los efectos especiales, la animación y esa condensación en cada fotograma del mayor número de ideas posible.
Apenas dirigió en 2001 uno de los segmentos de la saga "Tales of the unusual", antes de lanzarse de cabeza a por la que sería su primera película de una nueva época, y la que marcaría el camino a seguir para Nakashima en sus siguientes trabajos.




En 2004 el director recibió el encargo de dirigir la novela "Shimotsuma monogatari" (Kamikaze Girls) del escritor Novala Takemoto. Esta historia de la trabada amistad entre Momoko, una gothic lolita que vive felizmente su individualidad en un pequeño pueblo y una motera macarra, que por alguna razón pasa cada vez más tiempo con su nueva amiga, vuelve a incidir en temas sociológicos, envueltos desde ahora en una densa capa de color y con un montaje absolutamente desafiante para cualquier retina poco preparada.
A un ritmo espectacular se van desenvolviendo los acontecimientos, que llevarán a la una a encontrar a alguien por quien preocuparse, y a la otra a no sentirse tan dependiente de su banda motera. Con muchísimo humor a través sobretodo de la cínica voz en off de Momoko, que relata la historia, pero también con momentos de puro slapstick y gags recurrentes como la continua mofa a cierto centro comercial de ropa, la película marca un antes y un después en la obra del director.

A finales de ese año rodaría un especial navideño para el grupo Smap, en el que (por lo poco que he encontrado de él) seguía esa progresión, que se puede ver claramente reflejada en el cortometraje, también junto al grupo japonés, “Rolling bomber special”.
Todo un clásico de Youtube por derecho propio, este corto incluido en el omnibus “Smap short films”, en el que también participaron directores con un estilo muy cercano al de Nakashima como Katsuhito Ishii o Gen Sakaguchi, nos muestra el encuentro entre un joven corriente, interpretado por uno de los miembros del grupo, Shingo Katori, y un grupo de superhéroes sentai, que le acusan de ser un villano con un plan para destruir el planeta.
A ritmo de hip-hop Nakashima vuelve a introducir la fantasía en la aburrida realidad, con resultados muy divertidos, y de nuevo espectaculares a nivel visual.



No eran estos sin embargo los primeros trabajos del director junto a Smap, ya que en el 2000 se pusieron a las ordenes del director para protagonizar unos espectaculares anuncios de “Gatchaman 2000” en versión live-action (además de otros en versión animada), y posteriormente rodaría uno de sus videoclips.


Su siguiente película, “Memories of Matsuko”, fue la que realmente le abrió las puertas en occidente, ganando cierto respeto y nombre como director, además de una cierta difusión a nivel de festivales internacionales como el FEFF de Udine o Fantasia de Montreal. Ayudaron también los muchos premios que merecidamente se llevó Miki Nakatani por la interpretación de su protagonista, la desgraciada Matsuko cuya vida de mal en peor sirve de hilo conductor de la película.
Este maravilloso melodrama tragicómico con forma de musical de la Metro, es sin duda una de las películas japonesas más originales de lo que llevamos de siglo, por esa capacidad de mezclar lo patético con lo cómico sin convertir a su personaje en un guiñol, sino tocando el corazón del espectador en todos y cada uno de los momentos.
Visualmente el film llega más allá de lo que lo había hecho su director, llevando los niveles de creatividad de la historia curiosamente rural de “Kamikaze Girls”, a niveles estratosféricos al convertir la acción en un recargadísimo musical, con multitud de escenarios, varias actuaciones dignas de videoclip además del los cambios de época de una historia que se desarrolla en cuarenta años.

De nuevo el trauma paterno sirve como nervio central del personaje. Desde su primer film hasta “Confessions”, la única de las películas que toca el tema más de lejos, el trauma de las hijas (ya que las protagonistas de las películas de Nakahisma suelen ser mujeres), o uno de sus problemas, tienen que ver con la figura paterna. En multitud de casos curiosamente la figura de la madre es borrada casi por completo del libreto, apenas llegando a aparecer.
En “Happy go-lucky” el padre es un estoico hombre de baja que no para de mirar peleas de adolescentes desde la ventana de casa, y que no presta ningún tipo de caso a su familia; en “Kamikaze girls” el padre de Momoko es un ex-yakuza retirado al campo después de un mal negocio, un absoluto negado que cae en todos los engaños de su hija; e incluso en su siguiente film, “Paco and the magical picture book”, aunque sea este vez en esa relación entre la dulce niña protagonista y el abuelo cascarrabias del hospital. Seguramente el caso más duro sea el del melodrama “Memories of Matsuko”, en el que el trauma creado por la falta de atención del padre hacia su hija es uno de los motores de la caída en desgracia de su protagonista.

Y la televisión, claro, otra constante en la obra del director. Nakashima utiliza la televisión ya sea como contrapunto a la acción que tiene lugar en la historia, como ese drama que le amarga la vida al niño protagonista de “Happy go-lucky”, o directamente introduciendo en una TV a sus personajes o sus flashbacks, como en el divertidísimo flashback de “Kamikaze Girls” en que Momoko nos cuenta su vida desde un (fantástico, por irreal) reality show. O si no, la utiliza para situarnos en una determinada época, que es uno de los recursos en que utiliza a la televisión en “Memories of Matsuko”.
El director utiliza la tv como un recurso pop más, igual que los segmentos de animación o esas imágenes a cámara lenta extremadamente granulosas, un recurso narrativo para romper el realismo que haga ver al espectador la acción desde un punto de vista diferente.


Enlazaría el director tres películas en tres años, y así en 2009, además de escribir el guión de “Lalapipo”, basado en los relatos del escritor Hideo Okuna, para el debut directorial de uno de sus ayudantes de dirección, Masayuki Miyano, rodó “Paco and the magical picture book”. Basada esta en una obra de teatro del autor Hirohito Goto, aquí trasladaba una historia y la ambientación de un cuento infantil a la gran pantalla, siendo considerada seguramente un título menor por tratarse de una película poco ambiciosa al llegar después de una obra maestra como “Matsuko”. Para los seguidores del director debería ser toda una pequeña joyita, por acercarnos de nuevo a la infancia como época vital capital, y sobretodo por el aspecto visual del film lleno de creatividad y fantasía..

Denotando su origen, esta es una película mucho más teatral que cualquier otra del director, a pesar de todos los efectos especiales y elementos fantásticos que se introduce en la historia, en la que seguimos a Paco, una pequeña niña ingresada en el excéntrico hospital en el que sucede la acción, que sufre un problema de memoria y no puede guardar sus recuerdos de un día para otro.


En 2010 llegaría la que para muchos es su mejor película y probablemente la que ha catapultado a Nakashima definitivamente a nivel internacional como uno de los directores a seguir de cerca. La adaptación de la novela de Kanae Minato “Confessions” fue además su primer gran éxito de taquilla, colocándose como una de las películas más vistas del año en Japón.
El director sorprendió realizando esta vez una historia turbia y oscura de la venganza de una profesora hacia dos de sus alumnos, que asesinaron a su hija pequeña. Sorprende por realizar una historia tan dura de una manera seria, y por el lógico cambio a nivel visual, ya que aunque mantiene esa estética que muchos califican de videoclipera, como las escenas a cámara superlenta, la paleta de colores y el tono en general del film es adecuadamente sombrío.
Para el papel protagonista el director eligió a Takako Matsu, la actriz para la que dirigió un videoclip, el de “Minna Hitori”, en el que precisamente los protagonistas eran unos niños con problemas sociales, que realiza una interpretación espectacular, especialmente recordada por ese impresionante monólogo inicial en el que cautiva al espectador poco a poco con el relato de su historia, y lo que parece una simple despedida hacia sus alumnos se convierte en todo un presagio de la venganza por llegar.

La temática, venganzas aparte, es cercana a los terrenos habituales por donde se ha movido el director en toda su carrera en cuanto a los aspectos sociológicos de la historia, pero probablemente por tratarse de un film y contar con esa maestría a nivel visual, “Confessions” ha sido probablemente su film más reconocido tanto en el propio Japón como a nivel internacional.

Poco después del estreno de la película, el director ganó algo de controversia al dirigir un videoclip para el grupo idol AKB48 que terminó siendo censurado por su "excesiva violencia". En el PV de "Beginner", las integrantes del grupo se introducian en un videojuego, en el que iban muriendo una tras otra.
El grupo curiosamente contaba con una canción en la banda sonora de "Confessions", donde sonaba además de grupos mucho más ruidosos como Boris o los británicos Radiohead.


¿Y que nos espera en el futuro cercano de Tetsuya Nakashima? pues un nuevo reto, como la adaptación del manga “Shingeki no Kyojin”, en el que los últimos humanos del planeta resisten en una ciudadela de muros enormes los ataques de unos gigantes que han acabado zampándose a la población mundial.
Desde luego todo un cambio de tercio, pero un proyecto del que, viniendo de sus manos, podemos esperar sin duda un resultado espectacular.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Conoce la saga "Bayside Shakedown".

La saga televisiva y cinematográfica "Bayside Shakedwon" parece que pone fin a su periplo este septiembre con el estreno en cines japoneses de "Bayside Shakedown 4 The Final", al que le predecerá un especial televisivo, por lo que hemos querido dedicarle un especial con el que dar a conocer esta saga como ya hicimos con "Umizaru".


"Bayside Shakedown" es un drama policial con gran dosis de comedia que empezó originalmente como una serie de televisión. Siendo emitida de enero a marzo de 1997 por la Fuji TV, y con tan solo 11 episodios, la serie fue todo un éxito de audiencia y crítica, por lo que le siguiendo tres especiales televisivos entre 1997 y 1998 ("Bayside Shakedown - Year-End Special Alert", "Bayside Shakedown - Aki no hanzai bokumetsu Special" y "Bayside Shakedown - Wangansho fukei monogatari shoka no kotsuanzen Special").

La serie se hizo aún más popular por lo que en el mismo año 98 daría su salto a la gran pantalla, dominando el box office nippon durante semanas. A esta película le siguieron dos secuelas más y cuatro spin-off, basados en la saga principal, con algunos de sus personajes secundarios como protagonistas. Dos de ellos fueron televisivos (Odoru Legend ~ The Fugitive, Kijima Jouichirou (Fuji TV / 2005) y The Lawyer: Haijima Hideki (Fuji TV / 2006), y otros dos si que eran películas para la gran pantalla, "Negotiator: Mashita Masayoshi" (2005)y "The Suspect: Muroi Shinji" (2005).
Aunque todas ellas también funcionaron de manera excelente tanto en las taquillas como en los ratings de audiencia, fue la tercera película cinematográfica la que rompió records en el 2010, la parte mas exitosa por el momento, ya que la cuarta promete batirle.


"Bayside Shakedown" se desarrolla en un ficticio distrito policial de Tokio, Wangan. A diferencia de la mayoría de los dramas policiales, este no se centra solo en la acción y el día a día de los policías, sino que muestra principalmente temas burocráticos del departamento de policía, las dificultades que tienen los agentes al realizar su trabajo por las trabas burocráticas que existen.
La oficina de policía tiene un ambiente único y diferente, muy cómico y crítico, con funcionarios incompetentes y jefes más preocupados por el presupuesto y con irse a jugar a golf, que resolver los crímenes. También se muestra la indiferencia de los políticos, así como los conflictos entre oficinas (distritos) y cargos policiales (policía de a pie, policía especial, detectives).

Toda las películas principales de la saga comparten esquema, son agradables y entretenidas, que priorizan en la picardía y el carisma de los personajes, y en la sátira de la historia. La trama policiales se desarrollan por medio de dos o tres casos que están siendo investigados por diferentes detectives de la comisaría, y que se acaban entrelazando y conformando el caso principal.
Estamos ante una historia de policías de buen corazón que se esfuerzan por realizar su trabajo lo mejor posible, sin tiroteos coreografiados, ni persecuciones trepidantes, ni violencia.
Cuando se han salido de ese esquema y han pasado más al thriller, en concreto en alguno de los spin-off, la saga ha perdido cierta identidad y toda la diversión, convirtiéndose en una cinta más de acción.


El personaje principal de la serie es un joven, apasionado e idealista detective llamado Shunsaku Aoshima, interpretado por Yuji Oda (Amalfi, Andalucia), que se unió al departamento de policía con la esperanza de una vida de aventuras y emoción, pero que pronto se topará con un sistema y realidad muy diferente al que el imaginaba, un sistema lleno de fallos y corrupción muy lejos de su idealismo heróico.
A lo largo de la saga irá ascendiendo de puesto y mejorando, y no solo se enfrentará a casos y crímenes de mayor o menor importancia, sino que se esforzará y superará los obstáculos y la indiferencia burocrática con el fin de de ayudar a la gente y llevar a cabo sus ideales de lo que un oficial de policía debería ser, aunque a menudo fracase estrepitosamente.

Toshiro Yanagiba (Space Battleship Yamato) interpreta a Shinji Muroi, un personaje mucho más serio y rígido, quien tuvo película propia, "The Suspect: Muroi Shinji". Muroi toma un camino muy diferente al de Aoshima, con quien trabajó en la comisaría de policía de Wangan, ascendiendo rápidamente en las filas estratégicas de la Policía Metropolitana de Tokio.
Muroi y Aoshima tienen el mismo sueño, la completa cooperación entre la policia local y metropolitana, aunque toman caminos diferentes, y por ello hacen un pacto en el que juntos, aunque por separado, cambiarán las cosas.

Otros personajes importantes dentro de la saga son Masayoshi Mashita, interpretado por Yusuke Santamaria (Kisaragi), que también tuvo película propia, "Negotiator: Mashita Masayoshi", y Eri Fukatsu (The Magic Hour, Villain) que interpreta a la detective Sumire Onda, quien comparte una relacion muy cercana, algo mas alla de la amistad, con Aoshima.


Katsuyuki Motohiro (Go Find a Psychic!, Summer Time Machine Blues) es el responsable de dirigir la mayoría de la saga, un director que prioriza en los personajes y que realiza una dirección sin artificios, proporcionándonos una saga formada por una serie de películas con encanto, refrescantes y muy agradables, que aportan al género policial frescura, diversidad y mucha diversión, y que parece que llegará a su final este mismo mes.

Para finalizar nos gustaria destacar tambien la recurrente y pegadiza banda sonora, y en especial el opening de la serie, la cancion "Rhythm And Police" del holandés Junkie XL, un remix de una canción mariachi clásica llamada "El cascabel" de Lorenzo Barcelata.


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