Ladda Land es una disfrutable película de terror tailandesa dirigida por un viejo conocido como Sopon Sukdapisit, el guionista de “Shutter” que ya debutó con la más o menos decente “Coming Soon”. Esta es otra película con fantasmas, pero no salgáis corriendo todavía: esta vez no hay que buscar a Sadako en el fondo del pozo, porque la premisa del film es que quizás te puedas escapar de los fantasmas si corres lo suficiente, pero de lo que no hay manera de huir es de la hipoteca.
La película comienza casi como una comedia familiar: Thee, su mujer, su hija adolescente en pleno proceso de rebeldía y su otro hijo de seis años se trasladan a vivir de Bangkok hasta la otra punta del país, a Chiang Mai, a una casa unifamiliar en una urbanización. Pero las cosas no acaban de funcionar, y cuando una empleada del hogar birmana aparece muerta en una de las casas, comienzan los sucesos extraños, ya que su espíritu parece pasearse por la urbanización. Lo peor es cuando los problemas financieros se unen a las discusiones en casa.
Hace un par de años Pang Ho-Cheung dirigía “Dream Home”, el slasher sobre una mujer que se cargaba a quien hiciera falta para conseguir la casa de sus sueños. Aquí la propuesta es muy diferente, pero no deja de ser curioso que el director haya unido a su guión de fantasmas de lo más convencional, con todos los sustos, momentos de tensión, y los golpes de sonido que queramos, la trama en que la familia no se puede ir de la casa, puesto que esta pagando la hipoteca y nadie les compraría una casa en un barrio “encantado”. Ese elemento unido al drama familiar y algunos detalles más hacen que “Ladda Land” suba un escaloncito por encima del resto de la producción de terror asiático, que en los últimos años esta bastante de capa caída.
Otro de los detalles de la película que me ha gustado es que no hay que buscar la solución para calmar al fantasma. Los personajes no se empiezan a plantear que hay que hacer para librarse de los espíritus, sino que simplemente se quieren largar lo más rápidamente posible del lugar, aunque los acontecimientos siguen jugando una y otra vez en su contra.
El drama familiar esta conseguido, y hay una cierta profundidad en la pareja protagonista, ambos tienen un pasado que poco a poco vamos conociendo, y que también tiene su importancia en el transcurso del film. En ese sentido la interpretación de Saharat Sangkapreecha y Piyathida Woramusik, me ha parecido más que correcta, especialmente en la actitud cada vez más desesperada del marido.
Visualmente la película es atractiva, tiene algunos momentos muy bien conseguidos, aunque el director utiliza algunos trucos de cámara un poco vistos, pero que termninan siendo efectivos.
La ambientación es correcta, casi toda la acción tiene lugar dentro de tres de las casas del barrio, y aunque la de la familia protagonista parece un lugar tranquilo y confortable las otras dos si que tienen un aspecto mucho más tétrico, tanto en su interior como en los jardines. El director sabe aprovechar también el ambiente un poco siniestro de una urbanización en la noche, donde no hay absolutamente nadie en la calle, aunque lo haga en una escena en que aparece un personaje del que luego no se vuelva a saber nada más. ¿Que fue del guardia de seguridad de la urbanización?.
En resumen, una película entretenida y de buena factura, aunque muy convencional en cuanto al terror que pueda llegar a provocar. Ya sabéis, si el personaje se mete en una habitación oscura y comienza a subir el volumen de la música, es que el susto está al caer.
La película comienza casi como una comedia familiar: Thee, su mujer, su hija adolescente en pleno proceso de rebeldía y su otro hijo de seis años se trasladan a vivir de Bangkok hasta la otra punta del país, a Chiang Mai, a una casa unifamiliar en una urbanización. Pero las cosas no acaban de funcionar, y cuando una empleada del hogar birmana aparece muerta en una de las casas, comienzan los sucesos extraños, ya que su espíritu parece pasearse por la urbanización. Lo peor es cuando los problemas financieros se unen a las discusiones en casa.
Hace un par de años Pang Ho-Cheung dirigía “Dream Home”, el slasher sobre una mujer que se cargaba a quien hiciera falta para conseguir la casa de sus sueños. Aquí la propuesta es muy diferente, pero no deja de ser curioso que el director haya unido a su guión de fantasmas de lo más convencional, con todos los sustos, momentos de tensión, y los golpes de sonido que queramos, la trama en que la familia no se puede ir de la casa, puesto que esta pagando la hipoteca y nadie les compraría una casa en un barrio “encantado”. Ese elemento unido al drama familiar y algunos detalles más hacen que “Ladda Land” suba un escaloncito por encima del resto de la producción de terror asiático, que en los últimos años esta bastante de capa caída.
Otro de los detalles de la película que me ha gustado es que no hay que buscar la solución para calmar al fantasma. Los personajes no se empiezan a plantear que hay que hacer para librarse de los espíritus, sino que simplemente se quieren largar lo más rápidamente posible del lugar, aunque los acontecimientos siguen jugando una y otra vez en su contra.
El drama familiar esta conseguido, y hay una cierta profundidad en la pareja protagonista, ambos tienen un pasado que poco a poco vamos conociendo, y que también tiene su importancia en el transcurso del film. En ese sentido la interpretación de Saharat Sangkapreecha y Piyathida Woramusik, me ha parecido más que correcta, especialmente en la actitud cada vez más desesperada del marido.
Visualmente la película es atractiva, tiene algunos momentos muy bien conseguidos, aunque el director utiliza algunos trucos de cámara un poco vistos, pero que termninan siendo efectivos.
La ambientación es correcta, casi toda la acción tiene lugar dentro de tres de las casas del barrio, y aunque la de la familia protagonista parece un lugar tranquilo y confortable las otras dos si que tienen un aspecto mucho más tétrico, tanto en su interior como en los jardines. El director sabe aprovechar también el ambiente un poco siniestro de una urbanización en la noche, donde no hay absolutamente nadie en la calle, aunque lo haga en una escena en que aparece un personaje del que luego no se vuelva a saber nada más. ¿Que fue del guardia de seguridad de la urbanización?.
En resumen, una película entretenida y de buena factura, aunque muy convencional en cuanto al terror que pueda llegar a provocar. Ya sabéis, si el personaje se mete en una habitación oscura y comienza a subir el volumen de la música, es que el susto está al caer.
6 de 10
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1 comentarios:
Contiene Spoilers!!!
Lo Intenta...
Lo digo por el protagonista, aunque también se puede decir de la película.
Intenta ser de miedo, y en algunas ocasiones sí te da tremendos sustos. Los fantasmas pueden dar miedo, porque hay algunos que están bien llevados.
Tanto el maquillaje como la forma de aparecer y moverse ; ya sea una sombra que camina cerca o que aparece y desaparece del campo de visión en algún momento, te pega buenos sustos.
Eso sí, hay veces que te da por reírte de lo mal que está hecho el fantasma de la mujer sin cara. Lo digo por cuando aparece, que aunque te hace pegar botes, a la vez piensas, ugh, cómo se nota que está trucado!!
Por otra parte, a veces puede resultar un poco lenta, pero está bien enlazada con los momentos de tensión. Además, aunque a veces te parezca un poco cabrón, entiendes al personaje principal, el padre.
El pobre sólo quiere lo mejor para sus hijos, y tiene que batallar a toda costa para intentar ganar tiempo y arreglar la situación.
¿Qué pasaría si fueras tú el que estuviera en esa situación? ¿Te largarías de ahí abandonando todo lo que has conseguido con esfuerzo para quedarte sin nada, o te quedarías ahí aguantando sin tener ningún infarto y jugando con tu salud mental y la de los tuyos?
La historia puede recordar un pelín a Grudge.
Yo creo que tiene algunos guiños, como cuando aparece uno de los fantasmas en la escalera, detrás de los niñatos que han ido a gastar bromas metiéndose en la casa embrujada... y que al final son los que se han llevado el susto.
Además, la historia de lo que le pasa al marido y a la familia, no es exactamente lo mismo, pero hay asesinatos de por medio y uno especialmente truculento, en el que dejan sin cara a una mujer... Qué mal rollo!! Es cosa de ver la peli y juzgar.
Y tiene mucha mala leche, porque, todos queremos hacernos con una casa para nosotras.
Pero madre mía, un hogar lleno de fantasmas... entre eso, y que tus vecinos tambien lo sean... qué mala leche!!!!
El susto de Gop es brutal, y no se presenta así de golpe, sino que se va descubriendo lentamente a la vez que el crío le rasga el dibujo al prota, para que lo mire de frente.
Puuufff!!! En fin, el final, que lo estoy viendo mientras escribo, te deja puf. Es correcto, pero es una gran putada.
Y no hablo del sensiblero, sino de lo que sucede en la casa y con el padre protagonista.
Además, está el punto de la relación con la suegra... Qué asco de mujer, dan ganas de darle. Y eso que puedes entenderla, pero madre mía.. qué arpía...
En fin, recomiendo verla, pero jamás como lo he hecho, en inglés con subs castellano. Lo digo porque queda fatal, siendo de Tailandia prefiero oír sus voces reales y ya. Eso va a gustos, pero ya que es una película extranjera, mejor verla con sus audio original.
Buen provecho!
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