El año pasado fue excelente para las
producciones surcoreanas, tanto en éxito comercial como en calidad,
y si “The Thieves” se colocaba con casi 13 millones de
espectadores, poco le faltaba para alcanzar ese número a
“Masquerade”, un excelente film de época que se convertía en el
regreso a la gran pantalla de posiblemente la mayor estrella del
país, Lee Byung-hun.
Este film, entre la comedia y la
intriga palaciega, enamoró al público y crítica de Corea del sur
gracias al personaje y la interpretación del actor, en un doble
papel memorable, pero también gracias a un guión perfectamente
construido que se balancea con total precisión entre géneros,
construyendo un film de lo más sólido y entretenido, al que no le
falta una buena cantidad de risas y emoción.
Joseon, siglo XVI: el rey Gwanghae
sufre un intento de envenenamiento, por lo que ordena a su consejero
que le consiga un doble con el que confundir a sus atacantes. Su
consejero consigue a un sosias en el actor de un prostíbulo, pero a
pesar de todo el rey es envenenado, y retirado en secreto fuera del
palacio para su recuperación.
Mientras tanto, el consejero real y el
jefe del servicio deberán conseguir hacer pasar al hombre de pueblo
por el rey, y que nadie se de cuenta del engaño...
“Masquerade” toma su premisa de “El
príncipe y el mendigo” de Mark Twain, pero seguramente está mucho
más cerca de aquella versión moderna y política que era “Dave,
presidente por un día” de Ivan Reitman, trasladando la puesta en
escena a Joseon. Como en aquel film norteamericano, la película
juega con las intrigas del palacio, en este caso con una confabulación
contra el rey, y con el papel del hombre de calle que se ve con el
poder, con los deberes y favores que eso representa, en las manos.
Por supuesto, todo adaptado al carácter coreano, con la mezcla de
géneros habitual que funde los momento más ligeros -el humor más
escatológico no falta a la cita-, con los momentos dramáticos y de
intriga.
El guión en ese sentido es excelente,
formando una película muy bien cohesionada, en que los diferentes
personajes tienen su evolución e importancia, y marcando perfectamente el contexto histórico, consiguiendo que sus algo
más de dos horas pasen realmente volando.
Lee Byung-hun brilla de manera
espectacular en este doble papel, como el serio y estirado rey
Gwanghae, y el un tanto burlón y desenfadado Ha-sun, un actor que
pasa del miedo inicial a perder su cabeza si hace algo fuera de sitio
en su papel de rey, a ir desenvolviéndose con demasiada soltura poco
a poco, intentando siempre que nadie se de cuenta de la farsa.
Posiblemente uno de los mejores papeles
del actor, que tanto en los momentos de confusión casi vodevilesca,
como en los más serios, resulta absolutamente espléndido derrochando
carisma.
Poco a la zaga se queda el grupo de
secundarios que brilla con luz propia, empezando por el actor de
moda, Ryu Seung-ryong (War of Arrows), como el inflexible secretario
del rey, el hombre que debe controlar al farsante Ha-sun en su papel
mientras intenta averiguar más sobre la conspiración contra el rey.
Realmente vuelve a estar fantástico en su papel, y sin duda a día
de hoy es uno de los valores seguros del cine surcoreano.
Hay que destacar también a Kim Im-kwon
(Bangga Bangga), que encaja perfectamente en un papel distinto a los
que le solemos ver, como el espadachín jefe de seguridad del rey. Si
bien en el principio del film no tiene demasiadas escenas, según
avanza el film gana protagonismo, demostrando el acierto de casting
al elegirle; y no quiero dejar fuera de mención a Jang Hwang, actor con carrera en el mundo del doblaje, que nos puso los pelos de punta en su doble papel como los
gemelos que dirigían el terrible colegio de “Silenced”, y que
esta vez, en un papel más tranquilo como el del jefe de los Eunucos,
tiene que usar toda su experiencia utilizando mucho más su voz que
su físico.
Han Hyo-joo por su parte interpreta con
la seriedad y emoción contenida necesaria a la reina consorte.
Técnicamente el film es una auténtica
maravilla, y aunque quizás la dirección de Choo Chang-min (Late Blossom) no sea soberbia, desde luego cumple absolutamente en el
resto de apartados, con un ritmo que encadena perfectamente la
historia, y una puesta en escena magnífica. Resaltar la fotografía de Lee
Tae-yeon, simplemente excelente, y lo mismo se puede decir de la
banda sonora compuesta por Mowg y Kim Jun-seong.
Probablemente el mejor drama de época
desde “The King and the Clown”, “Masquerade” une
perfectamente el contexto histórico con una historia que mezcla
diversión y emoción a partes iguales.
De lo mejorcito de la producción
asiática del 2012.
9 de 10
1 comentarios:
La he visto anoche, excelente, magnífica. Hacía tiempo que no veía una película de época que estuviese a semejante nivel. Me ha gustado incluso más que The Thieves. Que bien se entremezclan los diferentes géneros: drama, historia, comedia, intriga... Lee Byung-Hun está perfecto en los dos papeles que interpreta, y la fotografía es una auténtica maravilla. De momento, "Masquerade" es mi película surcoreana favorita del 2012 :-) un saludo!
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