Una de las series más esperadas en
Corea del Sur y por el fandom occidental en este comienzo de año
era “Iris 2”, la secuela de uno de los K-dramas recientes más
populares.
Sin Lee Byung-hun en el reparto, esta
segunda parte nos llevaba unos años más adelante del final de la
primera temporada, con un nuevo equipo de agentes del servicio
secreto luchando contra la corporación maléfica que da nombre a la
serie.
El impacto fue pobre desde el primer
episodio: su competencia era demasiado dura (el poderoso melodrama “That
winter, the wind blows” y una serie asentada como “Level 7 civil
servant”), y la calidad de la producción se puso en duda
rápidamente, desde la capacidad actoral del reparto hasta detalles estúpidos, como que las pistolas parecían de juguete.
Por desgracia la serie no ha sido capaz
de remontar el vuelo y, sobretodo, mantener un nivel general durante
sus 20 episodios, en los que ha sufrido unas subidas y bajadas de
calidad en todos los aspectos realmente terribles.
En lineas generales “Iris 2” se
puede calificar de extremadamente irregular y decepcionante.
Tres años después de lo sucedido en “IRIS”, hay un nuevo equipo de la NSS, liderado por el agente Yoo-gun, así como una nueva directora. Baek-san, el anterior jefe del servicio secreto, permanece arrestado después de descubrirse su vinculación con IRIS, pero un equipo de la organización terrorista se infiltra en la isla donde este permanece encerrado para secuestrarle, pero Baek-san consigue huir.
Pronto se pondrán en marcha ambos
bandos, interesados en los secretos que guarda el antiguo lider de la
NSS.
No era fácil superar la presión del
éxito de la primera temporada, pero “Iris 2” contaba con los
mimbres para intentarlo. El punto de partida prometía algo bueno, con unos
protagonistas de menor poderío lógicamente que el dúo formado por
Lee Byung-hun/Kim Tae-hee, pero con una pareja como la formada por Jang Hyuk y Lee Da-hae que ya habían obtenido buenos resultados en
“Chuno”, y en los que la compenetración parecía hecha.
Una producción de primer nivel, con el mismo guionista de la primera parte, rodando de nuevo en Europa algunos episodios, y con ese equipo de “villanos” reforzado con un actor de primera como Lee Bum-soo.
Una producción de primer nivel, con el mismo guionista de la primera parte, rodando de nuevo en Europa algunos episodios, y con ese equipo de “villanos” reforzado con un actor de primera como Lee Bum-soo.
En resumen: todo predispuesto a volver a arrasar.
Pero las cosas no han funcionado como deberían, ni desde el interés en la audiencia, ni alcanzando unos niveles de calidad deseables.
Como comentaba antes la competencia en la franja horaria era feroz, y aunque la serie se mantenía en unos números muy decentes, la tendencia fue el ir de más a menos rápidamente. Todo va unido, y es que el problema principal ha sido la calidad de los guiones, con demasiado giros, personajes inexplicablemente descentrados que cambian de opinión como una veleta, y en general una historia que avanzaba a trompicones.
Por si fuera poco, desde el episodio 5 o 6 en adelante la historia recreaba una y otra vez algunas de las situaciones de la primera "Iris", forzando las tramas de manera estúpida, provocando de nuevo el desconcierto a través de las acciones de unos personajes de los que no tenemos ni idea de que demonios quieren hacer.
Jang Hyuk no es el actor más carismático del mundo precisamente, y su frialdad y acartonamiento general habitual se ven esta vez acompañadas de un ridículo corte de pelo que tampoco ayuda demasiado a tomarle en serio. El papel protagonista, un duro lider de equipo de la NSS con el corazón ocupado por su amiga de toda la vida, que entra también en la agencia para estar con él, en realidad le calza bastante, pero el resultado es negativo si su personaje sigue un camino absurdo.
A Jang Hyuk le acompaña Lee Da-hae, que sin ser una actriz excelente cumple de manera correcta, intentando aparecer un poco más ruda de lo habitual para encajar en su parte.
No lo hace tampoco mal Doo-joon de Beast, que se convierte en el tercer vértice del triángulo amoroso, que sin duda junto a la jefa de la NSS interpretada por Oh Yeon-su (a la que no me importaría ver en un spin-off) son fácilmente los mejores personajes del bando de los "buenos".
En cuanto a los villanos esta vez tenemos dos, y es que aunque Kim Young-chul vuelve a interpretar a Baek-san, este se mueve en terrenos muy ambiguos, dando pie a situaciones interesantes que de manera previsible acaban tirando hacia el melodrama.
Los "malos" de "IRIS 2" estan encabezados por Ray, interpretado por el peliteñido David McInnis, el norteamericano que lidera el grupo terrorista en Corea, un personaje absolutamente nefasto. Por suerte tenemos a los norcoreanos, y aunque los personajes tampoco se definen en absoluto en sus propósitos, están mucho mejor interpretados.
Que Lee Bum-soo es uno de los grandes es algo que ya sabemos desde que empezamos a ver cine surcoreano, y aqui lo vuelve a demostrar, siendo sin duda, y a pesar de los guiones, lo mejor de toda la serie. Su personaje, un mercenario norcoreano huido a Camboya que será reclutado por IRIS, es sin duda el mejor aliciente para ver la serie, aunque en su desarrollo los guiones le lleven por caminos incomprensibles.
Su complice es Lim Soo-hyang, que desde luego no está nada mal aportando una de las presencias más carismáticas de la serie en el papel de Kim Yeon-hwa, la hermana de la norcoreana que protagonizaba la anterior serie.
No es que "Iris 2" sea un completo desastre, por lo menos no hasta sus últimos cinco minutos, que copian descaradamente el final de cierto blockbuster internacional del año pasado, pero su desarrollo es absolutamente irregular, logrando captar el interés del espectador con momentos interesantes, pero perdiéndolo con la misma rapidez a causa de docenas de situaciones incongruentes.
Una lástima, pero esta vez no han dado con la tecla: irregular y, en general, decepcionante.
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