La edición de este año de Sitges 2012
tenía como leit-motiv el "fin del mundo", por aquello de
si los Mayas tenían razón y no tenemos ocasión de volver al
festival. Había en programación varias películas que trataban de
una forma u otra el tema, y entere ellas no podía faltar esta
producción surcoreana de este mismo año, dirigida por dos viejos
conocidos de Sitges, como Kim Ji-woon (El bueno, el malo y el raro),
y un habitual como Yim Pil-sung (Hansel & Gretel), que por
tercera vez visitaba el pueblo costero catalán. "Doomsday
book", un omnibus de tres segmentos sobre el fin de la humanidad
desde tres perspectivas muy diferentes, y a pesar de esa variedad de
la propuesta (o quizás precisamente por eso) no acabó de convencer
en absoluto a la mayoría del público.
La primera de las historias es "Brave
new world", en que el protagonista interpretado por Ryu
Seung-beom (The unjust), un científico de permiso que se queda solo
en casa cuando su familia al completo marcha de viaje. Eso le da pie
a desatar las pasiones internas, y consigue una cita a ciegas. Pero
en la cita la cosa no sale nada bien, y es que cuando les molestan un
grupo de matones, el protagonista se deshace de ellos de una manera
brutal y sangrienta, sorprendiéndole a él mismo. La respuesta esta
en un virus que le infectó horas antes, y que ahora va a convertir a
Seul en una ciudad llena de zombies.
Yim Pil-sung se encarga de este
segmento en el que se trata de la epidemia de infectados de una
manera gamberra, urbana, y muy sangrienta. El tema le da pie al
director para burlarse además de la rivalidad política y los medios
de comunicación, en unas escenas de "conexión con la tele"
de lo más divertidas, con debates sobre como detener la epidemia con
invitados que obviamente no van a salvar a nadie. Ojo por cierto con
el cameo del director Bong Joon-ho como experto en nada, que por si
fuera poco se atreve a tocar la guitarra y ponerse a cantar.
La película empieza con buen ritmo,
con esta historia muy divertida y dinámica, pero cambia
completamente de rumbo con su segundo segmento, probablemente el
mejor dirigido y obviamente el que tiene un fondo más profundo. Kim
Jee-won es quien dirige "Creation of heaven", una historia
que se desarrolla en un futuro cercano, en un templo budista. Los
robots ya forman parte de la sociedad como una herramienta más, y la
compañía fabricante recibe una extraña notificación del templo:
uno de los robots guía ha alcanzado la iluminación, y ahora es un
monje más.
La historia entra entonces en un
debate sobre la inteligencia artificial y su capacidad de tener
pensamiento propio, o en este caso incluso alma, cercano a tantas
otra sobras de ciencia ficción.
El ritmo de la película se ralentiza
de manera notable con este segmento, pero desde luego como decía es
el que esta mejor dirigido de los tres, y aunque mucho más densa y
buscando respuesta a preguntas que quizás no las tengan, le da a la
película esa variedad y una profundidad diferente. Curiosamente los
tres protagonistas de la película participaban en el festival con
otras tantas películas: Kim Kang-woo, el técnico de robots en pleno
debate moral, era también el protagonista de “The taste of money”
de mi Sang-soo; Kim Gyu-ri era la joven a la que el experto en cruzar
la DMZ llevaba a Corea del Sur en “Poongsan Dog”; y Park Hae-il,
que pone la voz al robot protagonista, es por supuesto ese arquero en
persecución por el bosque en “War of the arrows”.
El tercer y último segmento, “Happy
birthday”, vuelve al tono gamberro de la primera historia, no en
vano vuelve a ser Pil-sung quien este detrás de la cámara: en esta
historia un meteorito de gran tamaño avanza imparable hasta la
tierra, y sin duda va acabar con la vida en la faz de la tierra. Una
familia se refugia en el bunker de su casa, y prepara lo que puede
ser una eternidad encerrados bajo tierra con tal de salvar la vida.
Pero quizás la pequeña niña de la casa tenga algunas respuestas
sobre la procedencia del meteorito.
Esta historia divertida, tanto por la
situación como por esos diálogos que se reparte la familia en sus
últimos momentos, gana con puntos de humor surrealista y un reparto
sensacional, en el que destaca
la niña Ji
Jin-hee (The moon that embraces the sun) y un actor que en muy
poquito tiempo se esta labrando una buena carrera como Song Sae-Byeok
(Meet the in-laws).
La película termina dejando una buena
sonrisa gracias al bizarro final de la historia, cameo de Bae Doona
incluido.
Como decía al principioel film
no ha sido demasiado bien recibido en Sitges, algo que se puede
achacar a ofrecer algo diferente a las expectativas creadas o a esa
misma variedad de los tres segmentos que quizás no acabe de
funcionar para el público de un festival.
No creo que le falte calidad a
“Doomsday book”, y es que los coreanos no ruedan demasiados films
de ciencia ficción, porque a ellos les van más las dificultades de
la realidad, pero cuando lo hacen, lo hacen muy bien.
7 de 10
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