Taipei Exchanges.

Seguramente no entró en ninguna lista de "lo mejor del año", ni sea un titulo capital para entender el cine asiático, pero encontrarse de vez en cuando con films como este, agradable, ligero, sin ningún tipo de pretensión más que el de contar una pequeña história, se agradece. Taipei Exchanges es como esa pieza de chocolate que sirven junto a la taza de cafe en las cafeterías, un pequeño dulce que te hace sentir mejor durante un rato.

Doris abre un pequeño cafe en Taipei junto a su hermana Josee, y en la fiesta de inauguración sus amigos les llevan como regalo multitud de objetos de lo más variado (e inútiles), que las hermanas deciden utilizar para decorar el local.
Cuando un cliente les pide que les venda uno de los objetos, un libro, a Josee se le ocurre que en lugar de venderselo, se lo cambia por otra cosa, aunque no sea material. Así la cafetería se pone de moda al hacer del intercambio una nota distintiva, llegando a entrar en las rutas turísticas de algunos guias.


Esta es una comedia ligera extremadamente agradable, un film tranquilo y equilibrado que puede ser utilizado como una pausa en un dia ajetreado; con su ritmo pausado y su dinámica sutil, es dificil no entrar en su juego y disfrutar de las viñetas de la vida diária de las dos hermanas. Taipei Exchanges podría convertirse a media película en muchas cosas, en comedia romántica, en un drama sobre las diferencias familiares... pero elige seguir mostrando viñetas y hacer seguir la história con mucha calma, sin conflictos. Esto puede tomarse como un defecto, ya que al fin y al cabo la pelicula es absolutamente inofensiva, pero yo como espectador tengo bastante con disfrutar de las diferente maneras de ver la vida de las dos hermanas.

Las dos temas que toca el film, pero más para proponer la autoreflexión que para explorar profundamente, son por un lado el disfrute de las cosas pequeñas, y el valor que realmente tienen (y le damos a) las cosas materiales, y por otro lado anexo la forma en que vivir la vida: el "carpe diem", vivir la vida al momento, contra una manera más "responsable" de vivirla, pensando en el futuro, algo que se refleja en el carácter de las dos hermanas. Ambas son absolutamente opuestas, Doris es la hermana reflexiva y serena y por su parte Josee es más alocada y impulsiva.
Un punto destacado son las apariciones de la madre de ambas, que con su gag recurrente pone un punto muy divertido.


Este es el segundo film de Hsiao Ya-chuan, aunque cási podríamos decir que es un "segundo comienzo" ya que su primer película la rodó hace diez años, y no podría ser mejor, visualmente el film es magnífico, y su forma de manejar el ritmo y toda la ambientación es sobresaliente. Desde la fotografía hasta la música, el propio decorado de la cafetería donde se desarrolla prácticamente toda la pelicula... todo suma para que el film sea extremadamente agradable.

Y no nos olvidemos de las dos protagonistas: Guey Lun-Mei, a la que hemos visto en un registro diferente en "The Stool Pigeon", interpreta a la tranquila Doris, mientras que Zai-Zai Lin es la que brilla más con su papel como la alocada Josee. A las dos les acompaña un pequeño reparto de secundarios entre los que destacan Chang Han (el hermano de Chang Chen) como un viajero muy especial, y Atari Kousuke, el cantante y actor japonés que aparecía en "Cape No.7".

Otra pequeña obra de orfebrería procedente de Taiwan, una pelicula sencilla capaz de ganarse muy fácilmente la estima del espectador. Joyita.

7´5 de 10

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