Originalmente pensada como la adaptación en imagen real del manga del magnífico ilustrador y narrador, Takehiko Inoue, Slam Dunk, paso rápidamente a asociarse con la divertida y ya emblemática, Shaolin Soccer de Stephen Chow.
Con menos humor que esta, cogiendo pequeñas (minimas) referencias del manga/anime, esta entretenida película se convierte desde la primera aparición del actor protagonista, Jay Chou (initial D, La maldición de la flor dorada), en una cinta a su servicio completamente, a su puro lucimiento, por lo que los fans de este chico guapo, y carismático estamos de enhorabuena si queremos ver su cara bonita en todo momento, pero si queremos ver algo mas allá de desprender su particular carisma, lo tenemos crudo con esta película.
Como si de una película Disney para videoclub se tratara, nos encontramos ante la historia de un chico huérfano que se cría en un templo de Kung Fu. Una noche se encuentra con un buscavidas, que decide aprovechar su talento en el kung fu, para sacarle unas perras a unos mafiosillos. Este no será su primera colaboración, sino que la cosa ira a mas, y acabara siendo la estrella de un equipo de baloncesto, con la intención de buscar, la fama, el dinero, el amor, la amistad, y a sus padres.
La película es muy espectacular visualmente, los efectos especiales son muy buenos, tanto en los combates de artes marciales, como en los partidos de baloncesto (con espectaculares saltos y mates), pero todo esto no sirve para nada, sino se tiene una historia que contar, y esta película no la tiene, no trata sobre nada (y lo poco que tiene de historia no interesa), y aun menos trata sobre baloncesto, además que esta tan mal narrada, y desarrollada (el mensaje de la película no tiene sentido, porque en ningún momento se ha visto algo diferente en ella a dicho mensaje); tan mal editada que los personajes y las situaciones, salen y vuelven aparecer de la nada, en la historia, sin justificación alguna. Y para colmo la película se toma demasiado en serio a sí mismo.
A Chou (que como no participa en la banda sonora) le acompañan, diversas caras bonitas mas, Chen Bo-Lin (Silk, Eye 10), Baron Chen, Charlene Choi (Twins Effect, New Police Story), y el siempre eficiente, Eric Tsang (trilogía infernal affairs) aunque suele tender a la sobreactuación, y aquí no es una excepción.
Todos ellos hacen lo que pueden con unos personajes tan poco profundizados y desarrollados, la verdad, es que lo hacen mejor de lo que da de sí sus personajes.
Con un hora y media de una película con un ritmo muy rápido (demasiado, no da tiempo a decir nada) y con Chou por medio, no da tiempo aburrirte, pero eso no quita que estemos ante una película mala, superflua, e ilógica, con un guion desastroso que nunca debió ver la luz.
Puntuación 3.5/10
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