Reseñar "Shirome" tiene un doble efecto positivo: el primero es que reseñamos muy poquito cine de terror, con lo que cualquier reseña del género siempre viene bien; lo segundo es que me permite entrar en el bizarro mundo idol de Momoiro Clover, un grupo de 6 adolescentes ahora renombrado Momoiro Clover Z tras la deserción de una de ellas, que protagonizó, sin quererlo, esta película.
Y es que este pseudodocumental entre la cámara oculta, el falso documental, y el estilo “found footage” al que nos tiene acostumbrados su director, Koji Shiraishi, toma a las MomoClo como inocentes víctimas de una historia que une el mundo idol con el J-horror.
Empiezo por explicar un poco quien son Momoiro Clover Z y sobretodo porque son un grupo idol diferente: seguramente no os imagináis a las AKB48 en un ring de wrestling, o con la cara pintada como si fueran metalheads al estilo , o realizando cualquier evento extraño más cerca del frikismo extremo que del aspecto kawaii que están destinadas a transmitir: ese camino es el que ha elegido para ellas su manager y creador, Akira Kawakami.
El ex-manager de Erika Sawajiri después de ser despedido por esta tras su controversia y retiro, fue contratado por una compañía para crear un grupo idol. Kawakami no viene del mundo de la música, pero si que sabe como llamar la atención, y en estos años ha sido capaz de crear a este grupo de seis chicas (ahora cinco) de entre 15 y 18 años, de la nada y ir escalando hasta convertirlo en número uno, y fichar por Universal y King Records, el mismo sello de las AKB48. Para más información sobre el grupo os enlazo este completísimo artículo del especialista en subcultura japonesa Patrick Macias.
Una de las ideas de Kawakimi debió de ser rodar este falso documental en el año 2010 con Koji Shiraishi, que ya llevaba varias películas del estilo en su filmografía. La idea era engañar a las chicas del grupo, diciéndoles que iban a grabar un especial para televisión en el que debían ir a un lugar en el que habían tenido lugar varios suicidios, y encontrar al espíritu causante de esas muertes para pedirles el deseo que más ansiaban las chicas, ser invitadas al festival televisivo de fin de año “Kohaku Uta Gassen”.
Las Momoclo no aceptan la idea de buen grado, y menos aún después de que un supuesto especialista en ciencias ocultes les explique en su estudio la historia de Shirome, el espíritu que concede deseos si dices su nombre tres veces delante suyo, pero puede acabar con tu vida si no eres de corazón puro, y este acabe con convulsiones y vomitando al estar poseído por ese espíritu.
Así seguimos al grupo desde los lloros iniciales por no querer ir, a los lloros por encontrar que el sitio al que han de entrar y buscar el espíritu es un colegio abandonado de aspecto extremadamente malrollero.
Más allá de la propia historia de terror, que da sustitos los justos, aunque si que nos mantiene en tensión por ver que nueva jugarreta cruel le van a hacer pasar a las pobres chicas y por ver lo mal que lo pasan, lo interesante es ver un poco el mundo alrededor del grupo idol. Como las pobres chicas se quejan por no querer ir al sitio, o escuchar las historias del experto en ciencias ocultas, pero tienen que poner buena cara, sonreír y dar sus gritos de ánimo a las cámaras, y aguantar el planning que les monta su manager y el director, además de a los personajes que les van poniendo delante como el experto y otro par de chamanes que, en su inocencia, aceptan como si fueran verdaderos.
La parte final hace sospechar que todo en realidad estaba preparado más de lo que ya podríamos hacerlo de inicio, pero que las chicas estaban engañadas de verdad es algo que se puede comprobar en los créditos finales, cuando vemos el momento en que les dicen la verdad del engaño, del que solo una de ellas, la mayor, era cómplice, y les sale toda la tensión y miedo pasados llorando a moco tendido.
Como film de terror es como mucho un poco siniestro, aunque más por ambientación que por lo que se vea realmente, que es muy poco, y con unos efectos digitales que no dan el pego, pero como experimento de falso documental que toma como conejillos de indias a un grupo idol es como mínimo curioso.
Y es que este pseudodocumental entre la cámara oculta, el falso documental, y el estilo “found footage” al que nos tiene acostumbrados su director, Koji Shiraishi, toma a las MomoClo como inocentes víctimas de una historia que une el mundo idol con el J-horror.
Empiezo por explicar un poco quien son Momoiro Clover Z y sobretodo porque son un grupo idol diferente: seguramente no os imagináis a las AKB48 en un ring de wrestling, o con la cara pintada como si fueran metalheads al estilo , o realizando cualquier evento extraño más cerca del frikismo extremo que del aspecto kawaii que están destinadas a transmitir: ese camino es el que ha elegido para ellas su manager y creador, Akira Kawakami.
El ex-manager de Erika Sawajiri después de ser despedido por esta tras su controversia y retiro, fue contratado por una compañía para crear un grupo idol. Kawakami no viene del mundo de la música, pero si que sabe como llamar la atención, y en estos años ha sido capaz de crear a este grupo de seis chicas (ahora cinco) de entre 15 y 18 años, de la nada y ir escalando hasta convertirlo en número uno, y fichar por Universal y King Records, el mismo sello de las AKB48. Para más información sobre el grupo os enlazo este completísimo artículo del especialista en subcultura japonesa Patrick Macias.
Una de las ideas de Kawakimi debió de ser rodar este falso documental en el año 2010 con Koji Shiraishi, que ya llevaba varias películas del estilo en su filmografía. La idea era engañar a las chicas del grupo, diciéndoles que iban a grabar un especial para televisión en el que debían ir a un lugar en el que habían tenido lugar varios suicidios, y encontrar al espíritu causante de esas muertes para pedirles el deseo que más ansiaban las chicas, ser invitadas al festival televisivo de fin de año “Kohaku Uta Gassen”.
Las Momoclo no aceptan la idea de buen grado, y menos aún después de que un supuesto especialista en ciencias ocultes les explique en su estudio la historia de Shirome, el espíritu que concede deseos si dices su nombre tres veces delante suyo, pero puede acabar con tu vida si no eres de corazón puro, y este acabe con convulsiones y vomitando al estar poseído por ese espíritu.
Así seguimos al grupo desde los lloros iniciales por no querer ir, a los lloros por encontrar que el sitio al que han de entrar y buscar el espíritu es un colegio abandonado de aspecto extremadamente malrollero.
Más allá de la propia historia de terror, que da sustitos los justos, aunque si que nos mantiene en tensión por ver que nueva jugarreta cruel le van a hacer pasar a las pobres chicas y por ver lo mal que lo pasan, lo interesante es ver un poco el mundo alrededor del grupo idol. Como las pobres chicas se quejan por no querer ir al sitio, o escuchar las historias del experto en ciencias ocultas, pero tienen que poner buena cara, sonreír y dar sus gritos de ánimo a las cámaras, y aguantar el planning que les monta su manager y el director, además de a los personajes que les van poniendo delante como el experto y otro par de chamanes que, en su inocencia, aceptan como si fueran verdaderos.
La parte final hace sospechar que todo en realidad estaba preparado más de lo que ya podríamos hacerlo de inicio, pero que las chicas estaban engañadas de verdad es algo que se puede comprobar en los créditos finales, cuando vemos el momento en que les dicen la verdad del engaño, del que solo una de ellas, la mayor, era cómplice, y les sale toda la tensión y miedo pasados llorando a moco tendido.
Como film de terror es como mucho un poco siniestro, aunque más por ambientación que por lo que se vea realmente, que es muy poco, y con unos efectos digitales que no dan el pego, pero como experimento de falso documental que toma como conejillos de indias a un grupo idol es como mínimo curioso.
6 de 10.
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2 comentarios:
A mi me pareció bastante mala (bueno, malísima) como película de terror (o pelicula en general) pero genial como frikada. Lo mejor de todo es poder ver a las niñatas, llorando, gritando medio histéricas y dejando bien claro en todo momento que tontitas son un rato largo. Yo soy de los que creo que aquí está todo preparado, aunque no descarto la posibilidad de estuviesen puteadas todo el rato, lo cual tampoco sería especialmente dificil visto lo visto. Me hizo gracia saber que su manager es el ex de Erika. Pero que peligro debe tener ese hombre XD
Vi la película después de leer el artículo de Patrick Macias sobre la historia del grupo, al que no es que siga, pero si que uno se entera de cosas al leer en webs tipo Tokyohive, y me parece un grupo idol de lo más curioso.
Que el manager sea el tipo que llevaba a Erika Sawajiri le dió más sentido a todo, te recomiendo que te leas el articulo, que es tanto de la carrera de las chicas como de la carrera de él, no tiene desperdicio :)
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