A finales del año pasado se estrenaba
en China “Love is not blind”, una comedia romántica urbana y
moderna sobre los efectos de las rupturas amorosas, que obtuvo un
éxito atronador. Esta deliciosa película tiene sus mejores bazas en
su guión, muy fresco a pesar de tratar un tema tan manido, y a la
química de su pareja protagonista, Bai Bai he como la oficinista de
corazón destrozado y Wen Zhang como su cínico e incisivo compañero
de trabajo gay. Ambos elementos consiguen que la película destaque
por encima de la media.
Huang Xiaoxian, una empleada de una
empresa que planea bodas, pilla a su novio besando a su mejor amiga.
Traicionada por las dos bandas, se refugia en el trabajo, donde debe
comenzar un nuevo proyecto de boda de dos clientes de alto nivel
junto a su compañero, Wang Xiaojang.
Huang se involucrará demasiado en el
proyecto, haciendo que su situación personal afecte el trabajo. Sin
embargo, su relación con Wang Xiaojang le servirá cada vez más
como apoyo emocional.
En los últimos años hemos tenido gran
cantidad y variedad en cuanto al género romántico se refiere en el
cine asiático, uno de los que suele traer mayores éxitos
comerciales, y China tampoco se ha quedado atrás. “Love is not
blind” entraría en esa categoría de cine chino más urbano,
moderno, y de mayor nivel económico, algo que ya comentábamos hace
apenas una semana en la reseña de “Love in the buff” de Pang
Ho-Cheung. Este es un tipo de comedia romántica del que apenas hemos
hemos podido ver nada en cuanto a películas distribuidas en nuestro
país, y que quizás tengan un menor atractivo para las
distribuidoras por tratarse de un cine comercial más estándar.
No por eso habría que obviarlo, ya que
uno se puede perder películas tan deliciosas como esta.
Este es un film sobre rupturas
amorosas, o mejor dicho sobre los efectos devastadores de una
ruptura para la protagonista, que siente a la vez decepción y
traición. No es nada nuevo, desde luego, pero el guión de Bao
Jingjing, basado en su propia novela, y la dirección de Teng Hua Tao lo afrontan con frescura al
tomar la acción como un calendario en el que vamos contando día
tras día la evolución del personaje principal, y como al fin y al
cabo, la vida sigue. La película mejora notablemente según avanza,
gracias sobretodo al aumento de protagonismo del compañero de
trabajo gay que servirá a la protagonista tanto de consuelo, como de
acicate para olvidar y salir adelante.
La historia de la protagonista,
despechada de un amor verdadero que no va a olvidar fácilmente, se
confronta además con el de sus clientes en el trabajo, una pareja
formada por un rico empresario cuarentón y su joven novia, una mujer
que admite solo va tras su dinero, y con la de otros clientes, un par
de ancianos que están a punto de celebrar su bodas de oro. Aunque la
cosa da pie a situaciones quizás demasiado teatrales y con una
visión un tanto idealizada de lo que es el amor, le añade un plus
al viaje emocional de la protagonista.
Pero es Wen Zhang quien roba toda la
película con su interpretación de Wang Xiaojang, ese compañero
cínico, mordaz, y que no se guarda sus pensamientos. El personaje es
excelente y esta tratado con mucha más naturalidad que el
estereotípico personaje gay, y Zhang esta simplemente perfecto
robando cada una de las escenas en las que aparece.
No le quiero quitar mérito sin embargo
a Bai Bai He, que protagoniza el film con solvencia, quizás un tanto
excesiva en algunos momentos, aunque sea lo que requiere el
personaje.
Entre los secundarios destaca Zhang
Jia Yi como el jefe de la empresa que aconseja a la protagonista como
llevar su vida.
Una muy recomendable película, y una nueva muestra de comedia romántica asiática, urbana
y moderna, muy fresca y divertida.
8 de 10
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