Sitges 2010: Zebraman 2: Attack on Zebra City.

Mea culpa: este es uno de esos casos en que la expectativa ha llevado a la pequeña decepción; Takashi Miike y Kankuro Kudo traían de vuelta a Zebraman, el prota de una de las películas más divertidas del director, con Sho Sakurai repitiendo como el tipo normal reconvertido en superhéroe tokusatsu, y con la incorporación de Riisa Naka como la megalómana "Zebra Queen". Todo parecía perfectamente dispuesto para repetir la diversión de la original, pero por desgracia más que a la Zebraman original, la peli me recuerda a Dead or Alive 3, y eso no es en absoluto un buen síntoma.

Año 2025: Tokyo se ha convertido en Zebra City, donde durante cinco minutos por la mañana y por la noche, la "Policia Zebra" tiene impunidad total para acabar con los posibles criminales, es decir, cualquier persona que se salte el toque de queda.
El antiguo Zebraman, el profesor de escuela con doble identidad Ichikawa, despierta tras estar 15 años en coma. Perdido en la ciudad, es rescatado de la Zebra Police por un médico que le lleva a su hospital, donde le ayuda a recuperar su perdida memoria, y le pone al dia sobre la situación de la ciudad, dominada por el tirano Kozo y su hija, la diva de la canción Yui, más conocida como Zebra Queen.


Mal que me pese decirlo, Zebraman 2 pincha y de una de las peores maneras posibles, siendo una película en general aburrida. La culpa es en gran parte del guión de Kankuro Kudo, que pone en marcha una história de Zebraman sin Zebraman, sino con el protagonista sufriendo amnesia, una situación que no sólo retrasa la acción sino que además confina al personaje de Aikawa a la habitación de un hospital, que no es lo más divertido del mundo precisamente, además de parecer una excusa barata para poder explicar el estado de la ciudad, acosado por la actitud totalitaria del gobierno. Si a eso añadimos que los golpes de humor suelen ser producto del empanamiento de su protagonista (que no para de contestar con un "¿eh?" a cada cosa que le explican), el papel del héroe en la película me parece totalmente desaprovechado.

Así la pelicula va a trompicones, entre la aburridísima "recuperación/puesta al dia" de Zebraman en el hospital, y la mucho más interesante trama de la ansiosa de poder Zebra Queen, que entre toque de queda y toque de queda nos canta su single y se carga a sus rivales.
Miike nos endiña sin rubor ninguno el videoclip de la actriz y cantante Riisa Naka y todos tan contentos, porque su personaje es de lo mejor de la peli, además de la imaginería, muy molona y con una estetica entre La Naranja Mecánica y las pelis postapocalípticas italianas de los ´80 (pero con más presupuesto) que desde luego luce genial en pantalla.

Puede que todo sea una gran metáfora de la situación de la sociedad inmovilista actual, además de un ataque tanto a la clase política como a la industria del entretenimiento prefabricado que tanto gusta en Japón (y en el mundo), tiene su punto de interes, así como esos detalles de totalitarismo sacado de 1984, pero desde luego el camino elegido me parece muy poco atractivo en comparación a otras cosas del director.

Una pena, porque había muchas ganas de volver a ver a Sho Aikawa repitiendo papel, esta vez teñido de rubio platíno (como en Dead or ALive 3), así como a la sensacional y supresexy Riisa Naka, que ofrece una actuación llena de energía, sensualidad y mala baba.
Lo peor es la sensación que queda de oportunidad perdida.
Otra vez será, porque ya sabemos que la máquina Miike nunca para.

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