Después de la impactante "The Raid" donde las hostias dolían como si estuviéramos viendo una película en 4D, nos disponemos a reseñar la siguiente cinta de artes marciales presente en Sitges 2011, Shaolin de Benny Chan, que a pesar de haberse inspirado en "El templo Shaolin" de la Shaw Brothers, en ningún momento han querido repetir lo que Jet Li llevo a cabo hace casi treinta años.
En esta cinta ambientada en los años 20, Andy Lau interpreta a un general despiadado que se refugia en un monasterio Shaolin para protegerse de la traición de su propio segundo al mando. Allí sera entrenado en las artes marciales y en la filosofía Shaolin cambiando por completo su visión del mundo.
Desde el primer minuto nos damos cuenta que estamos ante una epopeya de acción, muy entretenida, con excelentes coreografías de acción y con un guión y personajes que evolucionan de manera excelente, como el del propio Andy Lau.
Corey Yuen (Transporter) como encargado de dirigir las coreografías, tira para la acción mas clásica y épica, sin recurrir a efectos visuales ni excesivamente al cable. La acción es impresionante e incluye tanto grandilocuentes y malabarísticas escenas de lucha como alucinantes peleas cuerpo a cuerpo.
Parece que todo en Shaolin es una maravilla, que esta muy elaborado, pero es que así es, técnicamente es impresionate, con un apartado técnico impresionante, como los excelentes decorados que reconstruyen no sólo el propio templo Shaolin, sino el Hong Kong de principios del siglo XX.
Detrás de toda esta epopeya, apartado técnico excepcional y arte marcial nos encontramos ante una película que recurre al famoso templo como telón de fondo para contarnos una historia épica de redención, honor y tragedia. La película evoluciona y se desarrolla en gran medida siguiendo el desarrollo del personaje de Andy Lau y su camino hacia la iluminación y redención.
Mientras que Benny Chan se encarga de lo que mejor sabe hacer, rodar excelentes escenas de acción con aire a clásico, los actores, y en especial su protagonista, llevan el peso dramático de la película.
Andy Lau añade profundidad a la historia con su soberbia interpretación del personaje torturado por su pasado de tal manera que hace que la película funcione en sus momentos mas trágicos, llevando casi por completo el peso dramático de la cinta. Pero la superestrella del cine hongkones también nos sorprende en sus escenas de acción, mostrando a lo mas escépticos que puede seguir proporcionándonos tanto las escenas más conmovedoras como las más adrenalinicas.
El resto del reparto en general realiza también un muy buen trabajo, Nicholas Tse (Bodyguards & Assasins), como villano despiadado, Wu Jing (Legendary Assasin) como monje recto, Fan Bing Bing (Shinjuku Incident) como la mujer afligida de Andy Lau... y Jackie Chan, que tiene reservado un pequeño pero importante papel, su personaje es quien nos presenta los momentos mas cómicos de la película (incluida pelea muy a su estilo) pero también es el causante del cambio en el personaje de Andy Lau.
Como de costumbre, los actores occidentales, los más malvados y manipuladores del film, dejan mucho de desear, son actores horribles y nunca entenderemos el porqué y el criterio que tienen en China y Honk Kong para escogerlos.
Es verdad que por lo que parece la versión original de la película iba a durar alrededor de tres horas, por lo que al desaparecer en la sala de montaje más de media hora de metraje, algunos de estos personajes secundarios seguro que han sido afectados por la tijera (como la desaparición repentina del personaje de Fan Bing Bing de la historia), y por tanto no han llegado a presentar todo su potencial, pero aun así en el computo global los personajes son completos y complejos.
Shaolin es una apasionante película épica con sabor a clásico, un refrescante film que eleva y respeta en todo momento la filosofía Shaolin (incluso se le puede acusar de muy pro filosofía Shaolin), pero también es todo un espectáculo.
En esta cinta ambientada en los años 20, Andy Lau interpreta a un general despiadado que se refugia en un monasterio Shaolin para protegerse de la traición de su propio segundo al mando. Allí sera entrenado en las artes marciales y en la filosofía Shaolin cambiando por completo su visión del mundo.
Desde el primer minuto nos damos cuenta que estamos ante una epopeya de acción, muy entretenida, con excelentes coreografías de acción y con un guión y personajes que evolucionan de manera excelente, como el del propio Andy Lau.
Corey Yuen (Transporter) como encargado de dirigir las coreografías, tira para la acción mas clásica y épica, sin recurrir a efectos visuales ni excesivamente al cable. La acción es impresionante e incluye tanto grandilocuentes y malabarísticas escenas de lucha como alucinantes peleas cuerpo a cuerpo.
Parece que todo en Shaolin es una maravilla, que esta muy elaborado, pero es que así es, técnicamente es impresionate, con un apartado técnico impresionante, como los excelentes decorados que reconstruyen no sólo el propio templo Shaolin, sino el Hong Kong de principios del siglo XX.
Detrás de toda esta epopeya, apartado técnico excepcional y arte marcial nos encontramos ante una película que recurre al famoso templo como telón de fondo para contarnos una historia épica de redención, honor y tragedia. La película evoluciona y se desarrolla en gran medida siguiendo el desarrollo del personaje de Andy Lau y su camino hacia la iluminación y redención.
Mientras que Benny Chan se encarga de lo que mejor sabe hacer, rodar excelentes escenas de acción con aire a clásico, los actores, y en especial su protagonista, llevan el peso dramático de la película.
Andy Lau añade profundidad a la historia con su soberbia interpretación del personaje torturado por su pasado de tal manera que hace que la película funcione en sus momentos mas trágicos, llevando casi por completo el peso dramático de la cinta. Pero la superestrella del cine hongkones también nos sorprende en sus escenas de acción, mostrando a lo mas escépticos que puede seguir proporcionándonos tanto las escenas más conmovedoras como las más adrenalinicas.
El resto del reparto en general realiza también un muy buen trabajo, Nicholas Tse (Bodyguards & Assasins), como villano despiadado, Wu Jing (Legendary Assasin) como monje recto, Fan Bing Bing (Shinjuku Incident) como la mujer afligida de Andy Lau... y Jackie Chan, que tiene reservado un pequeño pero importante papel, su personaje es quien nos presenta los momentos mas cómicos de la película (incluida pelea muy a su estilo) pero también es el causante del cambio en el personaje de Andy Lau.
Como de costumbre, los actores occidentales, los más malvados y manipuladores del film, dejan mucho de desear, son actores horribles y nunca entenderemos el porqué y el criterio que tienen en China y Honk Kong para escogerlos.
Es verdad que por lo que parece la versión original de la película iba a durar alrededor de tres horas, por lo que al desaparecer en la sala de montaje más de media hora de metraje, algunos de estos personajes secundarios seguro que han sido afectados por la tijera (como la desaparición repentina del personaje de Fan Bing Bing de la historia), y por tanto no han llegado a presentar todo su potencial, pero aun así en el computo global los personajes son completos y complejos.
Shaolin es una apasionante película épica con sabor a clásico, un refrescante film que eleva y respeta en todo momento la filosofía Shaolin (incluso se le puede acusar de muy pro filosofía Shaolin), pero también es todo un espectáculo.
Puntuación 7.5/10
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