Debut en la dirección en largometrajes, de Leesong Hee-il que parte de la idea de un corto propio, para contarnos la historia de dos jóvenes gays de diferente estatus social que acaban enamorándose, a pesar de las presiones sociales y familiares de parte del rico, y os propios prejuicios iníciales del pobre.
Su-min es un joven huérfano que compagina sus estudios con dos trabajos, en una fábrica de día y de chófer de noche. Uno de sus clientes resulta ser el hijo del dueño de la fábrica donde trabaja, Jae-Min, que pronto se obsesiona con Su-Min.
Su-Min, abandona su trabajo en la fábrica, y de trabajo en trabajo, acaba en un bar gay de prostituto. Pero no servirá de nada, Jae-Min, le buscara donde quiera que vaya, hasta que le consiga.
Esta película nos presenta de una manera bastante cruda, una parte de la subcultura gay del país, con personajes para nada estereotipados, sino personajes reales, que afrontan su vida de manera diferente. Personajes que evolucionan, y desarrollan su relación, hasta cierto punto, independientemente de su orientación sexual, sino de sus diferencias sociales y económicas.
Los dos actores protagonistas están excelentes, Lee Young-hoon y Lee Han, desde el principio, se puede notar, esa química y apasionamiento, necesaria para representar esa tormentosa y pasional relación de amor que comparten.
A pesar de sus más de dos horas, y de cierta bajada de ritmo en su segunda parte, hubiera sido una gran película, sino fuera por esa fallida parte final, dando un giro brusco, absurdo e innecesario, para el tipo de película que se estaba realizando hasta el momento, nada dada a la acostumbrada mezcla de géneros surcoreana, sino todo lo contrario, muy alejada a su propio cine, semejándose más al cine independiente occidental. Este giro, que hubiera sido idóneo para una de esas películas que tanto me gusta de “mafiosetes” surcoreanos, no cuaja, para esta, y, al querer impactar, o incluso innovar en la resolución, se ha perdido, y mucho, en el resultado final de la película.
Aun así, y a pesar de ello, me ha parecido una muy buena película, muy recomendable, que me ha aportado varios nombres a seguir, y que representa un logro dentro del cine coreano dentro de la temática gay, que ese mismo año, estreno, con una muy buena aceptación por parte del público y la crítica, The King and The Clown. Esta tuvo una distribución más minoritaria, pero aun así, dentro de las circunstancias, y es que estamos ante una cinta de cine independiente, no una superproducción como la anterior, también tuvo una buena aceptación.
Puntación 7/10
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