Esta semana se estrena en nuestro país "Arriety y el mundo de los diminutos", la pelicula del estudio Ghibli del 2010 que adapta la novela juvenil de Mary Norton "The Borrowers", un proyecto en el que Hayao Miyazaki ha estado muy implicado aunque prefiró dejar la dirección a uno de sus hombres de confianza en el estudio, Hiromasa Yonebayashi.
Aunque las criticas en general han sido buenas para la película y su paso por taquilla dejó unos buenos beneficios, no fue capaz de romper el box ofice como se esperaba después del buen hacer de "Ponyo", con lo que siguen creciendo las dudas sobre el futuro del estudio, al no aparecer un sucesor del nivel deseado.
Con Isao Takahata habiendo cumplido los 76 años, y Miyazaki los 71, la idea de comenzar un relevo generacional se plantea como algo necesario para la supervivencia de Ghibli, y la supervivencia de Ghibli se plantea capital para el mundo de la animación tradicional, y de unos ciertos valores que han hecho del estudio de Totoro una influencia a nivel global.
Hayao Miyazaki e Isao Takahata, para la revista Brutus.
Hace poco más de un año, en la famosa entrevista a la revista CUT, Miyazaki comentaba abiertamente que habían hablado con Toshio Suzuki, el productor de los films del estudio, sobre un plan para la disolución de Ghibli en caso de que Arriety no fuera bien en taquilla, cesando la producción de más films y dejando un pequeño equipo para controlar los derechos de las peliculas. Por suerte el film funcionó lo suficiente como para embarcarse en dos peliculas más, la ya estrenada este mismo verano por Goro Miyazaki "Kokuriko Zara-Kara" y otro proyecto de Takahata, "The tale of the Bamboo Cutter", pero el fantasma de "un mundo sin Ghibli" va a seguir flotando inevitablemente.
El problema real para Ghibli no es de calidad de sus peliculas, sino el que los discipulos de Miyazaki aún no hayan conseguido cautivar al público. Parece que son sólo las películas dirigidas por el maestro las que barren en taquilla, a pesar de que el logotipo de Ghibli en el cartel ya debería llevar por si mismo al público a llenar las salas, algo que ya ha conseguido Pixar.
Hayao Miyazaki desatando la locura colectiva en Cannes.
De las peliculas estrenadas por el estudio de animación desde el año 2001, el año de "El viaje de Chihiro", las tres peliculas dirigidas por Miyazaki, "Chihiro", "El castillo Ambulante" y "Ponyo", han recaudado 700 millones de dólares, mientras que las cuatro dirigidas por otros directores apenas llegan a los 300 millones.
Especialmente sangrante es el caso de Goro Miyazaki, el hijo del jefe que aún no ha sido capaz de enamorar al público con la facilidad con la que lo hace su padre; Su "Cuentos de Terramar" es prácticamente la única pelicula de la filmografía del estudio considerada en general floja, y su segunda intentona de este mismo verano "Kokuriko-zaka kara", en la que prueba con una história más clásica (por lo que dicen algunos, demasiado clásica), tampoco ha sido capaz de llegar al número uno en taquilla.
De entre esas cuatro peliculas no dirigidas por Miyazaki, la que más ha recaudado y probablemente mejor sabor de boca haya dejado es precisamente "Arriety". Hiromasa Yonebayashi, con toda una carrera en Ghibli en diversos puestos, fue el seleccionado para dirigir el film, con guión del propio Miyazaki, convirtiéndose en la gran esperanza del estudio, en vista del papel mediocre de Goro Miyazaki; cargar con una responsabilidad de ese calibre a las espaldas en ambos casos son papeles ciertamente complicados.
Goro Miyazaki y la actriz Masami Nagasawa en un acto de promoción.
Quizás la clave sería buscar creadores en sintonía con el espíritu del estudio, en lugar de intentar clonar el sentimiento que Miyazaki inyecta a sus peliculas, y dejar que estos produzcan sus propias creaciones; o quizás se trate de encontrar esa pelicula que atraiga definitivamente al público, ese personaje que como Totoro o Ponyo se conviertan en parte de la cultura popular ya no sólo japonesa sino mundial, además de reportar excelentes beneficios con el merchandising, un tema que Ghibli no explota de la manera en que lo pueda hacer Pixar o Disney.
Esperemos que den con la fórmula mágica necesaria para segur en marcha, porque un mundo sin Ghibli sería por seguro un mundo mucho más triste.
Aunque las criticas en general han sido buenas para la película y su paso por taquilla dejó unos buenos beneficios, no fue capaz de romper el box ofice como se esperaba después del buen hacer de "Ponyo", con lo que siguen creciendo las dudas sobre el futuro del estudio, al no aparecer un sucesor del nivel deseado.
Con Isao Takahata habiendo cumplido los 76 años, y Miyazaki los 71, la idea de comenzar un relevo generacional se plantea como algo necesario para la supervivencia de Ghibli, y la supervivencia de Ghibli se plantea capital para el mundo de la animación tradicional, y de unos ciertos valores que han hecho del estudio de Totoro una influencia a nivel global.
Hace poco más de un año, en la famosa entrevista a la revista CUT, Miyazaki comentaba abiertamente que habían hablado con Toshio Suzuki, el productor de los films del estudio, sobre un plan para la disolución de Ghibli en caso de que Arriety no fuera bien en taquilla, cesando la producción de más films y dejando un pequeño equipo para controlar los derechos de las peliculas. Por suerte el film funcionó lo suficiente como para embarcarse en dos peliculas más, la ya estrenada este mismo verano por Goro Miyazaki "Kokuriko Zara-Kara" y otro proyecto de Takahata, "The tale of the Bamboo Cutter", pero el fantasma de "un mundo sin Ghibli" va a seguir flotando inevitablemente.
El problema real para Ghibli no es de calidad de sus peliculas, sino el que los discipulos de Miyazaki aún no hayan conseguido cautivar al público. Parece que son sólo las películas dirigidas por el maestro las que barren en taquilla, a pesar de que el logotipo de Ghibli en el cartel ya debería llevar por si mismo al público a llenar las salas, algo que ya ha conseguido Pixar.
De las peliculas estrenadas por el estudio de animación desde el año 2001, el año de "El viaje de Chihiro", las tres peliculas dirigidas por Miyazaki, "Chihiro", "El castillo Ambulante" y "Ponyo", han recaudado 700 millones de dólares, mientras que las cuatro dirigidas por otros directores apenas llegan a los 300 millones.
Especialmente sangrante es el caso de Goro Miyazaki, el hijo del jefe que aún no ha sido capaz de enamorar al público con la facilidad con la que lo hace su padre; Su "Cuentos de Terramar" es prácticamente la única pelicula de la filmografía del estudio considerada en general floja, y su segunda intentona de este mismo verano "Kokuriko-zaka kara", en la que prueba con una história más clásica (por lo que dicen algunos, demasiado clásica), tampoco ha sido capaz de llegar al número uno en taquilla.
De entre esas cuatro peliculas no dirigidas por Miyazaki, la que más ha recaudado y probablemente mejor sabor de boca haya dejado es precisamente "Arriety". Hiromasa Yonebayashi, con toda una carrera en Ghibli en diversos puestos, fue el seleccionado para dirigir el film, con guión del propio Miyazaki, convirtiéndose en la gran esperanza del estudio, en vista del papel mediocre de Goro Miyazaki; cargar con una responsabilidad de ese calibre a las espaldas en ambos casos son papeles ciertamente complicados.
Quizás la clave sería buscar creadores en sintonía con el espíritu del estudio, en lugar de intentar clonar el sentimiento que Miyazaki inyecta a sus peliculas, y dejar que estos produzcan sus propias creaciones; o quizás se trate de encontrar esa pelicula que atraiga definitivamente al público, ese personaje que como Totoro o Ponyo se conviertan en parte de la cultura popular ya no sólo japonesa sino mundial, además de reportar excelentes beneficios con el merchandising, un tema que Ghibli no explota de la manera en que lo pueda hacer Pixar o Disney.
Esperemos que den con la fórmula mágica necesaria para segur en marcha, porque un mundo sin Ghibli sería por seguro un mundo mucho más triste.
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3 comentarios:
Yo tengo la sensación de que las películas Ghibli tienen una suerte de azar en Europa: o sea, depende de cuando se estrene, tendrá más éxito o menos, y no depende de la película en sí, sino de cierto "proceso natural" que se da, haciendo que un título pase de boca a oreja más rápidamente que otro, y que, de forma totalmente azarosa, algunas tengan más éxito que las otras.
Es cierto cuando dices que comunmente, se considera Cuentos de Terramar como la peor de Ghibli, al menos de esta última época. Debería revisarla, pero la recuerdo como artificial, que no interesaba mucho. Curiosamente, la siguiente, El Castillo Ambulante (y esa sí fue de papá Miyazaki) tampoco me entusiasmó, aunque debería repasarla de nuevo. Hay cierta sensación de mucha diferencia entre estas dos películas y las dos obras maestras actuales, Mononoke y Chihiro, un bache de dos películas. Es que, jo*er, si lo pienso, no hay color al compararlas. Quizá ganen en un revisionado.
El problema de Goro es que quiso imitar de forma tan exagerada a su padre que le quedó un producto sin alma, donde los protagonistas se enamoraban casi sin ganas, no había esa chispa que salta en los productos de su padre. Quizá su error fue ese, querer calcar a su padre. Debería haber buscado su camino, su propia forma de hacer las cosas. Incluso creo que sería bueno que entrase alguien totalmente ajeno al estudio, con ideas nuevas, incluso fuera de ese ambiente pro-naturalista y de amor a la vida y a las cosas que tiene el estudio, hasta el punto de presentar obras más adultas, con tramas de guerra o con personajes totalmente adultos, y no la sempiterna presencia de protagonistas jóvenes. No sé, algo como pasó con Pixar: nueva sangre para la vetusta maquinaria de Disney.
Sobre el merchandising, yo creo que aquí Disney no quiere que Ghibli triunfe, o sea, prefieren vender 1 producto de Toy Story o Tangled a que se vendan 100 Totoros o el personaje-fuego de el Castillo (porque Ponyo es un poco fea de pequeña, la verdad).
Pero en fin, el artículo deja un poso de negatividad, yo creo que ahora es nuestra oxcasión de hacer de Arriety un éxito, si no al nivel de taquillazos como Toy Story 3 o UP!, pero sí del nivel (en lo que respecta a buenas reseñas al menos) de productos más "pequeños" como Chico y Rita o Objetivo Terrum.
Esperemos que por la salud del cine de animación riental y mundial en general, que Ghibli no desaparezca. Ya dijo algo parecido después de Mononoke, que esa sería sú última peli, y mírale ahora, aunque claro, los años pasan. Ojalá encuentren la fórmula y la gente adecuada para seguir adelante con esta empresa que tanto nos hace soñar.
No estoy de acuerdo en lo de Cuentos de Terramar. Sé de muchos a los que les ha gustado, pero no sé de nadie a quien le guste Puedo escuchar el mar. Only Yesterday y Haru tampoco es que tengan muchos fans precisamente.
Y sobre que el problema es que Miyazaki y Takahata están viejos... yo creo que es solo por Miyazaki. La tumba de las luciérnagas es maravillosa, pero las demás de Takahata no son gran cosa.
Primeras, jolin ya estamos otra vez, el articulo lo ha escrito Victor (Yorick) lo que pasa es que compartimos ordenador y no cambiamos de cuenta muy a menudo (hay reseñas, noticias y articulos de opinion puestos por uno pero escrito por otro xD).
Y ahora doy mi opinion xD
Yo creo que deberian hacer algo mas a Pixar, contratar a gente que tenga mas o menos un estilo ha ellos, y dejarles hacer, que coger a "enchufados" y obligarles.
Creo que deberian dejar de implantarles las cosas y dejarles hacer lo que quieren, a los enchufados y los nuevos que puedan venir, que no les fuercen, dejarles libertad, siempre y cuando sigan el espiritu del estudio.
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