Despues de ver su versión de Hara-kiri, Takashi Miike volvía a Sitges 2011 en la maratón Japan Madness, donde se incluía "Ninja Kids!" su versión del longevo anime Nintama Rantaro, que hemos podido ver en nuestro pais en varias cadenas autonomicas. Esta es una divertidísima película de aventuras sobre un grupo de niños aprendices de ninja, exagerada, acelerada y colorida como Yatterman, pero sin los puntos grotesco-sexuales de aquella, con lo que podemos decir que es la primera pelicula infantil totalmente blanca del director.
El pequeño Rantaro deja a sus padres en la granja familiar para acudir a la escuela Ninja, donde luchará por conseguir llegar a donde no lo hicieron su padre y sus antepasados, y ser un ninja de primera. En la escuela deberá aprender el duro arte del ninja, que no es tan fácil como pensaba puesto que tiene que aprender hasta un manual de supervivencia, además de técnicas especiales para ser los mejores... y aunque sus profesores ponen todo su empeño, Rantaro y sus amigos Shimbei y Kirimaru son los más torpes de toda la escuela.
Ninja Kids es una muy divertida pelicula llena de gags absurdos, efectos especiales bizarros, y caracterizaciones exageradas, una pelicula de aventuras infantiles con la estética anime que ya podíamos encontrar en Yatterman. En definitiva es cien por cine diversión, y de la buena, con todos esos efectos absurdos es dificil no acabar riendo a carcajadas con los innumerables gags que se van sucediendo uno tras otro, especialmente en la primera parte de la pelicula, que sirve para presentar el extenso cast de personajes -todos caracterizados acercándose lo máximo posible al original, igual que sucede con la puesta en escena- y la vida diaria en la escuela. En la segunda parte llega la inevitable competición entre escuelas Ninja, cosa que utiliza Miike para acelerarar el ritmo y utilizar todo lo que han aprendido los crios, un ramillete de trampas ninja de lo más creativas utilizadas por los protagonistas y el resto de clanes ninja rivales.
La diferencia principal con las anteriores películas del director es que esta vez no hay ninguno de esos "toques Miike" sexuales o bizarros, con lo que se puede confiar en que el film es realmente para todos los publicos: aqui lo mas lejos que ha llegado es con los gags sobre pedos, los mocos que salen disparados cada vez que alguien es golpeado y sale volando por los aires, los chichones de goma... todo realmente muy inocente. La película además esta llena de efectos y situaciones muy divertidas, como las apariciones de un personaje que detiene la acción para explicarnos los diferentes tipos de ninja -porque hay clases- o cualquier otro detalle del film, de una manera muy divertida.
El grupo de crios protagonista hace un trabajo sensacional, destacando el de Seishiro Kato, que interpreta a Rantaro con energía y despertando mucha simpatía. Ojo al grupo de secundarios adultos que ha reunido el director con Susumu Terajima y Takahiro Miura a la cabeza como maestros de la escuela Ninja, veteranísimos como Arata Furuta, Akira Emoto y Hiroki Matsukata, Anne Watanabe (la hija de Ken Watanabe), Rei Dan y Shiro Nakamura como papás de Rantaro, además del incombustible Naoto Takenaka.
Con sus caracterizaciones pasadas de vuelta y sus efectos exagerados, es lo más cercano (de nuevo) a ver anime en imagen real. Diversión total para todos los públicos, id preparando un buen bol de palomitas para disfrutar las aventuras de estos jóvenes ninjas.
El pequeño Rantaro deja a sus padres en la granja familiar para acudir a la escuela Ninja, donde luchará por conseguir llegar a donde no lo hicieron su padre y sus antepasados, y ser un ninja de primera. En la escuela deberá aprender el duro arte del ninja, que no es tan fácil como pensaba puesto que tiene que aprender hasta un manual de supervivencia, además de técnicas especiales para ser los mejores... y aunque sus profesores ponen todo su empeño, Rantaro y sus amigos Shimbei y Kirimaru son los más torpes de toda la escuela.
Ninja Kids es una muy divertida pelicula llena de gags absurdos, efectos especiales bizarros, y caracterizaciones exageradas, una pelicula de aventuras infantiles con la estética anime que ya podíamos encontrar en Yatterman. En definitiva es cien por cine diversión, y de la buena, con todos esos efectos absurdos es dificil no acabar riendo a carcajadas con los innumerables gags que se van sucediendo uno tras otro, especialmente en la primera parte de la pelicula, que sirve para presentar el extenso cast de personajes -todos caracterizados acercándose lo máximo posible al original, igual que sucede con la puesta en escena- y la vida diaria en la escuela. En la segunda parte llega la inevitable competición entre escuelas Ninja, cosa que utiliza Miike para acelerarar el ritmo y utilizar todo lo que han aprendido los crios, un ramillete de trampas ninja de lo más creativas utilizadas por los protagonistas y el resto de clanes ninja rivales.
La diferencia principal con las anteriores películas del director es que esta vez no hay ninguno de esos "toques Miike" sexuales o bizarros, con lo que se puede confiar en que el film es realmente para todos los publicos: aqui lo mas lejos que ha llegado es con los gags sobre pedos, los mocos que salen disparados cada vez que alguien es golpeado y sale volando por los aires, los chichones de goma... todo realmente muy inocente. La película además esta llena de efectos y situaciones muy divertidas, como las apariciones de un personaje que detiene la acción para explicarnos los diferentes tipos de ninja -porque hay clases- o cualquier otro detalle del film, de una manera muy divertida.
El grupo de crios protagonista hace un trabajo sensacional, destacando el de Seishiro Kato, que interpreta a Rantaro con energía y despertando mucha simpatía. Ojo al grupo de secundarios adultos que ha reunido el director con Susumu Terajima y Takahiro Miura a la cabeza como maestros de la escuela Ninja, veteranísimos como Arata Furuta, Akira Emoto y Hiroki Matsukata, Anne Watanabe (la hija de Ken Watanabe), Rei Dan y Shiro Nakamura como papás de Rantaro, además del incombustible Naoto Takenaka.
Con sus caracterizaciones pasadas de vuelta y sus efectos exagerados, es lo más cercano (de nuevo) a ver anime en imagen real. Diversión total para todos los públicos, id preparando un buen bol de palomitas para disfrutar las aventuras de estos jóvenes ninjas.
8 de 10
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