As one (Korea)

Lo único que extraña de una producción como “As one” es cuanto han tardado en trasladar a la gran pantalla los hechos reales en que se basa la película, y es que reúne dos de los temas recurrentes de la cinematografía surcoreana, por un lado ese conflicto que parece alargarse hasta la eternidad con la “otra mitad” comunista del país, y por otro una historia de superación deportiva, uno de los géneros favoritos del país, habitualmente con buenas recaudaciones en taquilla.
No ha funcionado tan bien entre el público como seguramente se esperaba este drama sobre un equipo nacional de tenis de mesa que reunió a jugadoras del Norte y del Sur, a pesar de contar con dos de las actrices más populares del país como Ha Ji-won y Bae Doona, pero para los aficionados al género o los seguidores con menos prejuicios del cine coreano, se presenta como uno de los títulos indispensables del año.

Los gobiernos de Corea del Norte y Corea del Sur deciden, en una medida para acercar posiciones y limar asperezas, crear un equipo conjunto para participar en el Campeonato del Mundo de tenis de mesa, que se disputaría en Japón en 1991. El anuncio pilla desprevenidos a los miembros de ambos equipos nacionales, entre los que se encuentran dos de las mejores jugadoras del mundo, la surcoreana Hyeon Jeong-hwa y la norcoreana Lee Bun-hee, que ahora tendrán que compartir equipo.
No tardarán en surgir los roces entre ambos equipos, aunque poco a poco se irán limando las asperezas.




La sorpresa que uno se puede llevar al ver “As one” es como a pesar de su previsibilidad, su estilo muy familiar y en definitiva, como es justamente lo que uno espera de ella, la película funcione a las mil maravillas. Sabemos que los dos equipos se van a llevar mal, sabemos en cuanto se presentan los miembros de uno y otro equipo que va a saltar el romance entre una de las chicas surcoreanas y uno de los jugadores norcoreanos, sabemos que habrá problemas con la rigurosa seguridad norcoreana, y en definitiva, sabemos todos y cada uno de los pasos que van a conducir a la película hasta su gran final. Pero a pesar de todo, gracias a un guión de libro pero modélico, que mezcla de manera perfecta el conflicto político con la situación personal de los jugadores, la propia competición en la que el equipo Chino es el malo malísimo de la función, y sobretodo la interrelación entre los miembros de uno y otro país, la película engancha.
Al mejor estilo coreano introduce elementos románticos y cómicos con el puro melodrama, incluido algún exceso inevitable y alguna más que posible alteración delos hechos reales para añadir emotividad a la película. Añadimos un ritmo muy dinámico, especialmente en su tramo final, y tenemos un producto muy sólido, haciendo modélico el trabajo en general del debutante Moon hyung-soon en la dirección.



Uno de los mayores aciertos de la película es darle ese tono coral a la película y no centrarse en las dos figuras principales, que tienen el protagonismo justo. Bae Doona y Ha Ji-won están perfectas en sus papeles, una extremadamente sobria y parca en expresar sus sentimientos como requiere su parte, la otra imponiendo la autoridad cuando se requiere y mucho más pasional. Las dos cumplen a la perfección, y no se llevarán ningún premio por esta película, pero desde luego nadie mejor que ellas para interpretar a estas dos deportistas.
Pero hay que dar mucho crédito al grupo de secundarios, empezando por Lee Jong-suk (Secret Garden), un actor extremadamente en alza gracias a su paso por varias series y Choi Yoon-Young (Love Bread) , que forman una pareja encantadora en pantalla. Han Ye-ri (Paju) hace un papel excelente como la jugadora novata norcoreana, y uno siempre puede confiar en un actor tan sólido como Kim Eung-soo y hasta en el a veces insoportable Park Cheol-min.






Para cuando llega la parte final del campeonato uno no puede más que dejarse llevar, animar y vibrar junto a las jugadoras punto a punto. Y al llegar los títulos de crédito, disfrutar con las imágenes de archivo reales del evento, con toda su emotividad.
Quizás haya sido precisamente el mensaje claramente unionista de la película el que le haya hecho no entrar entre las películas más vistas del año, y es que el tema es mucho más complicado de lo que seguramente el corazón y las buenas intenciones dictan.

No entrará en ningún top del año, ni ganará premios, pero desde luego es fácilmente uno de los mejores dramas deportivos de los últimos años.

7 de 10

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