El debut en la dirección de Jang Hun apadrinado por Kim Ki-duk que se encarga de parte del guion y la producción no podría haber sido mejor, con esta interesante mezcla de película de gansters y cine dentro de cine (muy curioso ver parte del funcionamiento de la industria cinematográfica de Corea).
Su-ta es un arrogante y agresivo actor de cine con el que nadie quiere trabajar después de sus episodios violentos en los que ha llegado a pegar una paliza a su coprotagonista de una película mientras rodaban.
Gang-pae es un joven gánster que por su talento ha llegado a ser muy pronto el número dos de una banda con problemas ya que su jefe está en la cárcel, esperando ser juzgado.
Ambos se conocen un día en un club propiedad de Gang-pae, este le confiesa ser fan suyo y que si su vida hubiera sido diferente hubiera sido actor; al final su conversación acaba violentamente ya que los dos tienen un carácter demasiado parecido y chocan violentamente.
Cuando Su-ta se queda sin coprotagonista para su nueva película y nadie quiere trabajar con él, sus caminos se encuentra de nuevo, y comenzaran a rodar juntos, pero Gang-pae pone una condición, las pelas que aparecen en el film serán de verdad.
La historia con mucha ironía, humor, acción y algo de drama, profundiza en las vidas de los dos personajes principales y como va creciendo su relación de admiración-odio, tanto por medio de sus vidas privadas, como cuando ruedan los enfrentamientos violentos.
Todo ello de manera mucho más accesible al público mayoritario de lo que haría Kim Ki-duk.
Jang Hun nos presenta una película sobre decisiones en la vida que nos hacen tomar caminos diferentes en la vida a lo que quisiéramos.
Los dos personajes principales son la cara de la misma moneda pero que han tomado caminos diferentes en la vida. Tenemos a un gangster con sueños de ser un actor de cine, y un actor de cine que podría ser un gangster. Cada uno tomo y está tomando sus decisiones hacia donde encaminar su vida, una vida que odian y de la que no ven salida. Juntos encontraran la redención y el camino correcto para seguir adelante, pero hay veces que es muy difícil y no hay vuelta atrás.
De nuevo, como nos tiene acostumbrados los surcoreanos, tenemos una dirección con mucha fuerza y buen ritmo (aunque en momentos algo pausado, ya que no estamos ante una película de acción propiamente dicha), un apartado técnico impecable, y unas coreografías de acción impactantes, violentas y memorables. A lo que se le suma unas actuaciones por parte de los dos carismático actores protagonistas, So Ji-sub (del Dorama Sorry, I Love You) y Kang Ji-hwan (también del Dorama Hong Gil Dong), son excelentes, muy enérgicas y llenas de carácter para presentar a estos rudos pero vulnerables hombres, que detrás de una fachada de violentos e insensibles ocultan todo el dolor y tristeza que llevan dentro.
Excelente película que muestra, una vez mas, que el cine surcoreano no esta tan en crisis en productos de calidad (en crisis económica ya es otra cosa) como muchos no paran de "gritar".
Puntuación 7.5/10
Entradas
0 comentarios:
Publicar un comentario