The Man from Nowhere.

Con motivo del estreno en cines españoles de "The Man From Nowhere" (El Hombre sin pasado) resubimos la reseña que hicimos de la película en su día.


El megahit del año en Corea del Sur fue The Man from Nowhere, un thriller oscuro y violento en la linea de la "Venganza" protagonizada por Liam Neeson. Por si fuera poco el protagonista es Won Bin, el hijo prodigo que ha crecido definitivamente, ya ha dejado de ser el "hermano menor de Taeguki" para convertirse en el relevo natural de Lee Byung-hyun. Son su carisma, y la estilizada dirección de Lee Jeong-Beom las que hacen que un "thriller más" se convierta en todo un fenómeno.

Tae-sik lleva una vida reclusiva en su tienda de empeños, y sólo se ve molestado de vez en cuando por la hija de la vecina de al lado, que escapa a su tienda de los problemas en casa.
La vecina le roba droga a una banda de traficantes, y la esconde en una cámara, que deja en la casa de empeños. Los traficantes descubren pronto quien les ha robado, secuestran a la niña para hacer hablar a su madre, y le prometen a Tae-sik, que si les hace una entrega las dejará libres.
La cosa se complica, y es entonces cuando los fantasmas del pasado de Tae-sik aparecerán.

Esta es una pelicula en la que una cosa predomina sobre todo lo demas: Tae-sik, o, mejor dicho, Won Bin en el papel de ese tipo silencioso y enclaustrado que cuando le tocan la fibra, es decir, entran en su casa y se llevan a la hija de la vecina, saca el arma letal humana que és en realidad.
Si Kim Ji-woon dijo que al hacer "A Bittersweet life" quería hacer un homenaje al "polar francés", a peliculas como Le Samouirai de Melville, podríamos decir que Jeong-Beom le hace un homenaje a la película de Ji-woon, al repetir tanto la estética como la actitud del "asesino", silencioso, cási mudo, decidido, letal.
La puesta en escena, la fotografía y el trabajo de cámaras es simplemente excepcional, al altísimo nivel al que nos tiene acostumbrados los técnicos surcoreanos, ayudando a crear una ambientación simplemente perfecta, ideal para una história noir.

El otro mérito de que la pelicula funcione tan bien es, así pues, en gran parte del actor, que con su presencia, su carisma y su mirada saca adelante una pelicula en la que apenas tiene líneas de diálogo. Y no me quiero olvidar de Kim Sae-ron, la niña protagonista, que cumple de maravilla con su parte, algo tan complicado de ver en actores infantiles.

Si le tengo que poner un pero a la película no son uno, sino dos: el primero, el papel de la policía en la trama. Ya estamos acostumbrados a que la poli en este tipo de histórias quede fatal, pero no hace falta mostrarles como los tontos del pueblo, primordialmente porque saca al espectador de la película.
El segundo son los "villanos", la pareja de hermanos malos de comicbook pasados de vuelta, como el Nicholas Cage de "Cara a cara", y el asesino a sueldo con el que el prota se crea una especie de rivalidad que todos sabemos como va a acabar.
Creo que el director se equivoca al hacer que los "malos" sean tan estereotipados y exagerados, malos malísimos, y en alejarse de la seriedad y de la formalidad del protagonista y del tono de la película.

Pese a eso, me parece un thriller sensacional, uno de los destacados del año, y sobretodo la confirmación de Won Bin como una superestrella capaz de todo tipo de papeles.

8 de 10

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