Para conmemorar el 46 cumpleaños del "querido lider" Kim Jong-il en 1988, se le encargó a un experto en botánica japonés que creara una flor para celebrarlo. Momoteru Kamo creó pues la "Kimjongilia", una variedad de la begoña, de color rojo por supuesto, y de hoja perenne, que representa "la sabiduría, el amor, la justicia y la paz". Puro cinismo ya que ninguna de esas magníficas cualidades las ha empleado el autoimpuesto lider para con su pueblo, tal como se puede ver en este documental de la directora norteamericana NC Heikin que lleva el nombre de la flor.
"Kimjongilia" da a conocer un poco mejor la cronología de la historia de Corea del Norte, y nos hace comprender algo más como al pueblo le han lavado el cerebro para ver a Kim Il-sung como a una auténtica deidad, de una manera totalmente sectaria.
Pero sobretodo escucharemos como se vive realmente en Corea del Norte desde que la hambruna comenzara a azotar al país en 1995, gracias al testimonio desgarrador de varios desertores huidos, provenientes de diferentes procedencias (un capitán del ejército, un hombre nacido en uno de los campos de concentración, un pianista de Pyongyang...), unos relatos que hace que se nos pongan los pelos de punta.
El documental se centra sobretodo en los supervivientes de los catorce campos de concentración que se reparten por todo el país. Cási todos los testimonios del film han pasado por ellos de una manera u otra, durante toda su vida, como el de un hombre que nació en uno de ellos y vivió allí hasta que consiguió huir a los 24 años, o el del pianista de Pyongyang, un joven de buena familia que huyó del país para poder tocar al piano lo que él mismo eligiera, y no lo designado por el partido, cosa que sino hacia acabaria, como lo fue, siendo torturado durante horas.
Algo que por lo menos yo no conocía es que cuando se captura a alguien por "desobediencia" o "traición al pueblo" se le condena no sólo a él, sino que se "purgan" tres generaciones de la familia. Así uno de los testimonios fue enviado a los nueve años a uno de los campos al ser detenido su abuelo, por lo que pagaron sus abuelos, sus padres, sus tios y sus hermanos. Una familia al completo directamente al campo de concentración por el arresto de uno de sus miembros.
La vida en esos campos, en los que se hace trabajar a los niños y las ejecuciones públicas y la hambruna están al orden del día, debe de ser lo más parecido al infierno.
Hay dos testimonios que son los que más destacan, uno es el de una bailarina detenida en los años 70 cuando una amiga suya se hizo amante de Kim Jong-il: para evitar habladurías la enviaron al campo de concentración junto a su familia.
El otro es el de un capitán del ejercito, que harto de la hambruna y la opresión decidió huir con su familia hasta Corea del Sur en barco.
Se habla bastante en el film de la importancia de China para aquellos que huyen de Corea del Norte; es la ruta más corta para salir del país, pero muy peligrosa, ya que China tiene un campo de detención para desertores norcoreanos y tiene un acuerdo de extradición, con lo que si son detenidos son devueltos a Corea con la condena asegurada. De ahí que los desertores busquen rutas más complicadas como la que les lleva hasta Mongolia, país que no tiene firmado ningún acuerdo con el gobierno de Pyongyang.
Aunque el documental podría haber tratado temas más variados sobre la vida en la capital, o darle más importancia a la historia del pais, prefiere centrarse en los relatos en primera persona de los huidos, relatos durísimos sobre un pais que vive en la hambruna general. Al tratarse de un país herméticamente cerrado del resto, sólo hay unas pocas imágenes rodadas a escondidas en el país, y fragmentos de las películas propagandísticas.
Poco se habla de la importancia de las organizaciones cristianas tanto llevando a los desertores desde China a Corea del Sur, en este apartado si que vemos a un párroco que ´sufrió condena en China por ayudar a varios desertores, como sobretodo de la ayuda vital que realizan a través de las iglesias una vez que llegan a Corea del Sur, algo que si vimos de una manera mucho más clara en algún otro documental o en films como "The Journal of Musan". Como no se toca en absoluto el tema de lo que les sucede a los desertores que consiguen llegar hasta Corea del Sur, como salen a delante o quienes les ayudan, es un asunto que queda vacío.
Al final del film se les pregunta por el futuro de Corea del Norte, a lo que responden de las más diversas maneras, desde la esperanza de que llegue el día en que el pueblo se levante contra su tirano, hasta una joven que no quiere volver de ninguna de las maneras.
En un dia tan importante como hoy queríamos dar una mirada a Corea del Norte desde el único punto de vista posible, el del pueblo que vive ahogado por un régimen dictatorial heredado desde hace cási 60 años.
El legado que deja Kim Jong-il es terrible: el futuro en el país no podría ser más incierto, desde aquí sólo nos queda esperar que llegue el ansiado día en que la libertad llegue a Corea del Norte.
"Kimjongilia" da a conocer un poco mejor la cronología de la historia de Corea del Norte, y nos hace comprender algo más como al pueblo le han lavado el cerebro para ver a Kim Il-sung como a una auténtica deidad, de una manera totalmente sectaria.
Pero sobretodo escucharemos como se vive realmente en Corea del Norte desde que la hambruna comenzara a azotar al país en 1995, gracias al testimonio desgarrador de varios desertores huidos, provenientes de diferentes procedencias (un capitán del ejército, un hombre nacido en uno de los campos de concentración, un pianista de Pyongyang...), unos relatos que hace que se nos pongan los pelos de punta.
El documental se centra sobretodo en los supervivientes de los catorce campos de concentración que se reparten por todo el país. Cási todos los testimonios del film han pasado por ellos de una manera u otra, durante toda su vida, como el de un hombre que nació en uno de ellos y vivió allí hasta que consiguió huir a los 24 años, o el del pianista de Pyongyang, un joven de buena familia que huyó del país para poder tocar al piano lo que él mismo eligiera, y no lo designado por el partido, cosa que sino hacia acabaria, como lo fue, siendo torturado durante horas.
Algo que por lo menos yo no conocía es que cuando se captura a alguien por "desobediencia" o "traición al pueblo" se le condena no sólo a él, sino que se "purgan" tres generaciones de la familia. Así uno de los testimonios fue enviado a los nueve años a uno de los campos al ser detenido su abuelo, por lo que pagaron sus abuelos, sus padres, sus tios y sus hermanos. Una familia al completo directamente al campo de concentración por el arresto de uno de sus miembros.
La vida en esos campos, en los que se hace trabajar a los niños y las ejecuciones públicas y la hambruna están al orden del día, debe de ser lo más parecido al infierno.
Hay dos testimonios que son los que más destacan, uno es el de una bailarina detenida en los años 70 cuando una amiga suya se hizo amante de Kim Jong-il: para evitar habladurías la enviaron al campo de concentración junto a su familia.
El otro es el de un capitán del ejercito, que harto de la hambruna y la opresión decidió huir con su familia hasta Corea del Sur en barco.
Se habla bastante en el film de la importancia de China para aquellos que huyen de Corea del Norte; es la ruta más corta para salir del país, pero muy peligrosa, ya que China tiene un campo de detención para desertores norcoreanos y tiene un acuerdo de extradición, con lo que si son detenidos son devueltos a Corea con la condena asegurada. De ahí que los desertores busquen rutas más complicadas como la que les lleva hasta Mongolia, país que no tiene firmado ningún acuerdo con el gobierno de Pyongyang.
Aunque el documental podría haber tratado temas más variados sobre la vida en la capital, o darle más importancia a la historia del pais, prefiere centrarse en los relatos en primera persona de los huidos, relatos durísimos sobre un pais que vive en la hambruna general. Al tratarse de un país herméticamente cerrado del resto, sólo hay unas pocas imágenes rodadas a escondidas en el país, y fragmentos de las películas propagandísticas.
Poco se habla de la importancia de las organizaciones cristianas tanto llevando a los desertores desde China a Corea del Sur, en este apartado si que vemos a un párroco que ´sufrió condena en China por ayudar a varios desertores, como sobretodo de la ayuda vital que realizan a través de las iglesias una vez que llegan a Corea del Sur, algo que si vimos de una manera mucho más clara en algún otro documental o en films como "The Journal of Musan". Como no se toca en absoluto el tema de lo que les sucede a los desertores que consiguen llegar hasta Corea del Sur, como salen a delante o quienes les ayudan, es un asunto que queda vacío.
Al final del film se les pregunta por el futuro de Corea del Norte, a lo que responden de las más diversas maneras, desde la esperanza de que llegue el día en que el pueblo se levante contra su tirano, hasta una joven que no quiere volver de ninguna de las maneras.
En un dia tan importante como hoy queríamos dar una mirada a Corea del Norte desde el único punto de vista posible, el del pueblo que vive ahogado por un régimen dictatorial heredado desde hace cási 60 años.
El legado que deja Kim Jong-il es terrible: el futuro en el país no podría ser más incierto, desde aquí sólo nos queda esperar que llegue el ansiado día en que la libertad llegue a Corea del Norte.
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