viernes, 23 de septiembre de 2011

Mardock Scramble: The First Compression.


Nos las prometiamos muy felices al ver Mardock Scramble. the First Compression, la adaptación en tres peliculas de animación de una serie de seis novelas famosas en Japón que ahora se han comenzado a publicar en occidente. Con su estética cyberpunk, una história a primera vista interesante y sobretodo, una animación espectacular que ya nos dejo boquiabiertos en sus trailers, todo parecía que iba a encaminado a que iba a tratarse de toda una experiencia. Por desgracia, aunque todos esos elementos estan ahí, diseños cyberpunk magníficos, animación espectacular y hasta esa história interesante, el desarrollo y sobretodo el tono no me han acabado de convencer en absoluto.

Rune Ballot es una prostituta adolescente al que su nuevo dueño, un magnate llamado Shell, decide quemar viva para sus própios propositos. Los restos de la joven los toma el Dr. Easter, que usando su tecnología consigue que sobreviva como un tipo de cyborg; aunque no puede hablar directamente si que tiene control sobre los aparatos electrónicos alrededor suyo. Así la joven podrá testificar contra Shell en el juicio a este por su crimen, e intentará sobrevivir a los ataques de los matones de Shell con la ayuda de Oeufcoque, un pequeño robot ratón capaz de cambiar a cualquier forma deseada.


Hay un momento en la pelicula en que un personaje, el jefe de una banda de asesinos que descuartizan a sus víctimas y se injertan partes de sus cuerpos a los suyos (uno los ojos, uno los pechos, otro la piel) dice "quiero su dulce coñito tierno injertado en mi mano izquierda" -o algo parecido-. Creo que ese fue el momento en que tuve suficiente del exageradísimo exceso que es Mardock Scramble. Y es una pena, porque como decía la história es interesante, menos "filosófica" de lo que esperaba, no quiero ni imaginar lo que hubiera hecho Mamoru Oshii con este material, pero atractiva, una Nikita cyberpunk; los diseños son absolutamente espectaculares, tanto la puesta en escena de la ciudad, esa metrópolis en la que las carreteras de los adinerados van por los cielos para no mezclarse con la mugre del pie de calle, como los escenarios, y por supuesto los personajes, algunos elementos parecen copiar el estilo un poco más desaliñado de los primeros 90, o al propio Oshii (hay una influencia de Ghost in the Shell bastante innegable). Pero.

Y siento este pero, porque los aficionados al anime no solemos tener alegrías de este tipo, peliculas de corte más adulto, de ciencia ficción para más inri y de calidad. Pero.
La história comienza dejando al espectador perdidísimo hasta que uno de los personajes nos explica que demonios pasa a los diez minutos. El primer problema es que poco después de que nos pongan en situación hay un bajón de ritmo bastante notable, del que se recupera hasta el inicio de la "pelea final" en que la acción queda a medias, dejándonos un cliffhanger hasta que veamos la segunda parte de las tres de esta trilogía, que se ha estrenado este mismo mes en Japón.


Mi "pero" más grande no es de todas maneras ese, puesto que el bajón de ritmo se acaba recuperando. El problema principal para mi gusto es el exceso extremo al que se lleva la situación, especialmente en el plano sexual. Conste que el que esto escribe no es de estómago facil ni mojigato, pero esta pelicula en sólo una hora y diez me ha llevado a tal extremo después de todas las violaciones, vejaciones y ese tono constante de depravación y machismo. Quizás me haya pillado en mal momento o con un segundo visionado lo pueda solventar, pero me ha dejado fuera de todas las cosas positivas de la pelicula, que como he dicho son muchas.


Lo que más me ha interesado más allá del espectacular apartado visual de la pelicula, es la relación entre la protagonista, Rune Ballot y Oeufcoque (uno de los elementos más sorprendentes de la pelicula, muy bien llevado a la pantalla). Ella es una chica destrozada física y psicológicamente, traumatizada por un pasado lleno de mierda, y encuentra en ese ratón-robot multiusos alguien en quien puede confiar, quizás por saber que precisamente no es humano. A su vez el ratón, a pesar de tratarse de un robot, alberga sentimientos humanos, y se comporta de una manera más humana que el resto de personas que aparecen en el film.

Quizás después de volver a repasar la obra de Yoshiaki Kawajiri o el Urotsukidoji de Tetsuo Maeda pueda parecerme que Mardock Scramble en realidad no es para tanto, y lo pueda disfrutar como posiblemente se merece.
En cualquier caso, ahora vais avisados.

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